El vértigo de volver a Butarque
El Leganés regresa a un estadio, otrora fortín, y ahora espacio hostil en el que le cuesta arañar puntos: es el tercer peor local de lo que llevamos de temporada. El Almería invita al pesimismo: el Lega sólo ha arañado dos puntos antes rivales de la zona alta.


El Leganés retorna a Butarque. Nervios en el ambiente. Normal. Lo dice la matemática. Lo confirman las sensaciones. El equipo pepinero, esta temporada, tiene en su estadio, más que un fortín, una suerte de cobertizo inestable. El mundo al revés. De los 18 puntos (que no son muchos, ni los esperados) que ha acumulado el Leganés esta temporada, apenas cinco son cosecha de Butarque. Los otros restantes 13 los ha recogido fuera de su estadio. Es el 4º mejor visitante y el 3er peor local de la categoría. De manicomio.
Ante su gente el Lega sólo ha conseguido un triunfo. Fue ante un Málaga que navega en la zona baja de la tabla. Ante los de arriba (Cádiz, Burgos y Las Palmas) cayó siempre. El siguiente rival es el Almería, que navega en zona de playoff con ánimos de ascenso directo. De hecho, si al reanudarse el partido que se suspendió ante el Ceuta, lograse la victoria sería líder. Ojo. Además, tiene el Leganés la manía esta temporada de ser equipo pequeño ante los grandes.
Mal ante los grandes
Stats Segunda, perfil estadístico dedicado a analizar la categoría de plata, ha elaborado una clasificación de cómo sería el campeonato sólo usando como baremo los resultados ante los 10 primeros clasificados de la tabla real. En este supuesto, el Leganés sería el cuarto por la cola. Ante los conjuntos de la zona alta, sólo ha cosechado dos puntos de 15 (cinco partidos) posibles. Es el 11% de los que ha cosechado hasta ahora.
La mezcla, por tanto, es explosiva. Butarque, territorio hostil, contra el Almería, un enemigo de los que se le suele atragantar a este equipo. El tercer factor es un intangible. Se llama exigencia. Una presión añadida por intentar buscar el ascenso sí o sí que, tanto Paco López, como fuentes del vestuario pepinero admiten que influye en el rendimiento de los jugadores especialmente en casa. Las piernas, ante su gente, pesan más porque, insisten esas mismas fuentes, saben que en la Avenida de los Once Leones, fallar no está permitido. Y en ese alambre, este Leganés -por ahora- casi siempre cae al otro lado del precipicio.
Evolución ‘contranatura’
Preguntado por ese contraste entre el rendimiento fuera y dentro de Butarque, dice Paco López que él trata “de que no sea así”. “Debemos ser un equipo fuerte también en casa, con nuestra gente y su exigencia, convirtiendo Butarque en un fortín. La identidad del equipo no cambia: jugamos igual en casa que fuera. Lo importante es mantener la mentalidad y el convencimiento”, decía en la previa del partido ante el Ceuta, resultado (1-2) que se espera que aporte confianza, por la victoria y por la imagen dada y sirva para cambiar el balance pepinero de esta temporada.
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Una anomalía visto la evolución del equipo desde que retornó al fútbol profesional, cuando los puntos acumulados en casa solían superar siempre a los logrados fuera. Desde que el Lega retornó al fútbol profesional, en Segunda, ha acumulado 236 puntos de local y 148 de visitante. En ninguna logró más puntos fuera que en casa. En Primera el balance ha sido 126 puntos en casa y 59 fuera de casa. En total, 362 de local y 207 de visitante.

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