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LAS PALMAS

El regalo de Reyes que llegó en mayo

El proyecto de Las Palmas consigue mantener la inercia del año pasado y enganchar de nuevo a la isla con el equipo. La venta de entradas se dispara durante la temporada.

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El regalo de Reyes que llegó en mayo

Un día antes del ascenso, Reyitas, ya medio adormilada, explicaba muy bien el sentimiento escondido entre muchos grancanarios: “A mí no me gusta el fútbol, pero quiero que gane Las Palmas”. Un sentimiento que reflejaba esas brasas que trascienden lo deportivo y se insertan en el hueco de lo identitario y hereditario.

Sin embargo, la tormenta de fuego que se ha convertido el cariño a Las Palmas en los últimos tiempos, no arrancó con una potente fogalera. El 28 de marzo de 2022, tras dos meses con García Pimienta en el banquillo, el estadio de Gran Canaria presentaba un escenario fantasmagórico con algo menos de 7.000 espectadores en la grada.

La desilusión tras una lenta decadencia desde el pico deportivo de mediados de la temporada 2016-17 habían hecho mella a una afición que venía además con el sentimiento fresco de incomprensión tras el ascenso en 2015. Sin embargo, aquel sentimiento de apego y de interés seguía ahí y dos jornadas después de la desoladora jornada de marzo, empezó el crecimiento numérico alentado por la ilusión deportiva.

En apenas un mes el Estadio de Gran Canaria ya doblaba la asistencia y en sesenta días superaba los 30.000 espectadores. Los chicos de García Pimienta habían reconectado Gran Canaria con el Gran Canaria. La promoción llegaría poco después con un estadio nuevamente repleto. Volvía la afición, y a pesar de la derrota ante el eterno rival, los amarillos ya habían demostrado en 2014 ser buenos encajadores.

Ese fuego no paró este curso. Con 17.000 abonados aumentó su masa social en 5.000 cabezas más con respecto al año anterior. Además, los lideratos y el buen juego daban alas y seguían atrayendo a viejos y a nuevos creyentes. El propio presidente, Miguel Ángel Ramírez, comentaba que ese trabajo previo ha permitido al club atraer “aficionados y aficionadas bastante jóvenes”.

Y es que según los datos ofrecidos por el propio club, ha estado muy cerca de promediar los 21.000 espectadores. Esta cifra se sitúa como una de los mejores desde la temporada 2007-08, pues solo le supera la temporada 2015-16, según la web Transfermarkt. Además deja a las claras que Las Palmas ha podido vender de media, al menos, 4.000 entradas por encuentro, un botín.

Al final aquellas ascuas que habían prendido a mediados de abril de 2022, terminaron por arder en toda la isla poco más de un año después y los amarillos acabarían desfilando por la ventana de Reyitas, en Madera y Corcho, camino a la Plaza de la Victoria. El mismo día que ella, que siempre quería que ganara Las Palmas, aunque no le gustara el fútbol, se perdería por primera vez un ascenso de la Unión Deportiva porque horas antes había ido a verlo con su marido Pepito, aficionado de primera generación, y es que ese mismo fin de semana cumplía 20 años de su marcha y ya eran demasiados sin sentir sus gritos de alegría.