El arrepentimiento de Carlos Neva
El capitán del Granada marcó el 1-0 ante el Málaga y mandó callar a Los Cármenes. Ya ha pedido perdón en sus RRSS.
El Granada no pasa por su mejor momento. La crispación en el ambiente es patente y el viernes se puso aún más de manifiesto, si era posible. Con Los Cármenes lleno, el Granada recibía al Malaga en un partido vital para la continuidad de Guille Abascal. Se palpaba la tensión en el ambiente. Sobre el césped y en las gradas. La afición, harta después de un año y medio paupérrimo en el que apenas han visto cuatro victorias en su feudo, cinco si contamos la única que ha conseguido esta temporada en Ferrol, estaba dispuesta a demostrar su malestar.
El público es soberano. Y, con más de 18 mil aficionados en las gradas, estaba claro que en cualquier momento iba a explotar. En los prolegómenos, ya la hinchada volvió a su cántico habitual en el último año “Directiva, dimisión”. Un sonido que inundó el estadio ayudados por los más de mil aficionados malaguistas, que no dudaron en apoyar a una hinchada hermanada. Se oyó en varias fases del encuentro, igual que la tremenda pitada a Guille Abascal cuando su nombre sonó por megafonía. La grada apuntaba, sobre todo, en dos direcciones.
No se libraba de aún pito Marc Martínez, que no está teniendo su mejor inicio de temporada. Con esas, llegó el minuto 56, Hongla se fue por la derecha y puso un centro que Carlos Neva remató con rabia, como reivindicándose después de unas temporadas en las que no está dando su mejor nivel. El balón se fue directo a la escuadra en lo que fue un golazo. La grada lo celebró hasta que el capitán, el jugador que más años lleva en la ciudad de la Alhambra y que salió de la cantera, se llevó el dedo a la boca y mandó callar a la grada.
Ojipláticos se quedaron los aficionados mientras Neva les mandaba callar para acto seguido golpearse el escudo como queriendo decir que él también es el Granada. Y lo es. Pero el gesto crispó aún más el ambiente, que ya estaba enrarecido. A partir de ahí, cada balón que tocó Neva fue acompañado de una tremenda pitada por parte de todo el estadio que, además, también señaló a Marc Martínez después de que Antoñito pusiera el empate en otra acción en la que el guardameta pudo hacer más.
La pitada se fue diluyendo con alguna acción de coraje de Neva, al que nunca se le puede negar que se deja todo en el campo. Después tuvo que ser sustituido con unos problemas musculares, de las que se desconoce aún el alcance. Sin Neva en el campo, los pitos continuaron, a pesar del gol de Uzuni. Más si cabe tras el empate en el minuto 93 y desaprovechar un penalti en el último suspiro.
Neva no salió tras el partido a explicar qué había pasado. No quiso hablar ni con la prensa ni con los medios del club. Pero un día después, el capitán dio un paso adelante, eso sí, en sus redes sociales y con un mensaje escrito. Algo frío, pero menos es nada.
El perdón
Neva se arrepintió de ese gesto que lo único que iba a conseguir era enfadar más a una afición harta y cansada después de un año y medio para el olvido. “Tuve la suerte de ser educado en una familia con unos valores muy claros. Entre ellos, la educación, el saber rectificar o el anteponer el bien colectivo al individual”, empezó su escrito el gaditano que reconoció “Vengo a decir esto después del feo gesto que tuve al celebrar el gol. Un momento en el que me deje llevar por la crispación y el ambiente enrarecido que se vive en mi CASA, Los Carmenes, desde la Jornada 1”.
“Tengo claro, y lo digo por lo vivido después de mas de 7 años en el club, que ahora mas que nunca debemos ser UNO y que el enemigo no esta en casa, por eso, pido perdón a aquellos que se sintieron ofendidos. La Lucha seguirá siendo ETERNA”, sentenció en su mensaje junto con una foto haciendo el gesto de perdón en blanco y negro.
Un perdón que habrá que ver si llega por parte de la afición dentro de quince días, cuando los nazaríes regresen a casa después de dos salidas. Quizá dos partidos que les sirvan a jugadores y afición para limpiar la mente con nuevo inquilino en el banquillo y, quién sabe, si algún resultado positivo que despierte de nuevo la ilusión en una grada decaída. Por que ambiente vivido el viernes en Los Cármenes es preocupante para el devenir de una temporada que parece ya de por si complicada…
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