Duelo de reencuentros
Los blanquiazules Juan Soriano y Borja Garcés se miden al Leganés en el que jugaron, mientras que Jorge Sáenz, Shibasaki y Undabarrena, hoy pepineros, pasaron por la Isla.
En este fútbol frenético son excepciones los futbolistas que hacen carrera en un mismo club. El mercadeo cada verano es constante y por eso se suelen dar muchos reencuentros con el pasado, como sucederá en Butarque. Hay dos jugadores que hoy juegan en el Tenerife, pero antes pasaron por el Leganés, mientras que a la inversa, hay tres casos.
Uno de ellos es Borja Garcés, delantero blanquiazul quien la temporada anterior militó en el club que tendrá como rival el domingo. Allí estuvo acumulando 28 partidos ligueros y cinco goles. “Podré reencontrarme con mis antiguos compañeros, la dirección deportiva que sigue ahí y, sobre todo, la afición. Estuve un año con ellos. Aunque fuera cedido, siempre es especial y queda cariño”, contó el atacante esta semana.
Otro de los tinerfeñistas con pasado pepinero es el meta Juan Soriano. El andaluz, un fijo en las alineaciones de Ramis, pasó por el ‘Lega’ en la temporada 2019/20 cuando los madrileños aún estaban en Primera División. El arquero atajó en 11 partidos, entre ellos en el 5-0 que le endosó el Real Madrid. Solo ganó una vez.
En el bando local, Jorge Sáenz se enfrentará al equipo en el que se formó, en el que sumó más de 100 partidos y cerca estuvo de ascender a Primera en la recordada final perdida en Getafe en 2017. Hoy defiende al Leganés en el que ha sido titular desde la segunda jornada. “El Tenerife tiene las cosas muy claras. Mantienen la línea del año pasado y será difícil meterle mano”, comentó el central en la Cadena SER.
El defensa tiene de compañero a Iker Undabarrena, quien regresó este verano al fútbol español tras probar suerte en Portugal. El vasco estuvo en la Isla durante dos años, entre 2018 y 2020, donde participó en 50 partidos oficiales. Falta por reseñar a Gaku Shibasaki quien llegó a la Isla en el mercado invernal de la 2016/17. Al japonés le costó un poco la adaptación, pero una vez que lo consiguió fue un fijo en el equipo de José Luis Martí que se quedó a las puertas del ascenso. Acumuló 16 encuentros y dos goles.