Dani Jiménez evita el quirófano
El portero del Huesca sufre una subluxación traumática del codo izquierdo, con lesión parcial de complejos ligamentarios medial y lateral y no será operado, por lo que podría llegar al ‘playoff’.


Dani Jiménez se ha llevado una grata sorpresa en la revisión de la lesión que sufrió ante el Racing de Santander. El meta sufrió un aparatoso golpe antes del primer gol del equipo cántabro y, tras ser retirado en camilla, el primer diagnóstico fue preocupante al temerse una grave afección en el radio de su brazo izquierdo. Sin embargo, ya se apuntó desde el primer momento que el lunes pasaría unas pruebas que han determinado que sufre una subluxación traumática del codo izquierdo, con lesión parcial de complejos ligamentarios medial y lateral, por lo que no pasará por el quirófano.
La noticia fue recibida por el club con gran alegría, ya que se esperaba un diagnóstico mucho peor. Quedan seis semanas de competición y el Huesca aspira a poder jugar el playoff. Si la recuperación fuera perfecta podría llegar a jugar alguno de los partidos de la promoción. Todo eso está muy lejos y el objetivo del portero es seguir todo el proceso marcado por los los servicios médicos para recuperarse bien y lo antes posible.
La lesión del portero llegó tras unos minutos negros en la temporada del Huesca. En menos de cinco minutos los azulgranas vieron como González Díaz expulsaba a Pulido y Loureiro y acto seguido se lesionaba Jiménez y empataba el equipo cántabro. Unos minutos negros para el conjunto altoaragonés que el club quiere minimizar. La entidad oscense presentará alegaciones por todas las tarjetas que mostró el colegiado.
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