Cuando el portero del Real Valladolid siempre es el mejor
El Real Valladolid hizo un partido serio en Cádiz, donde apenas generó, y sumó un punto gracias a dos fabulosas intervenciones de Guilherme, otra vez.
El Real Valladolid sumó un punto en Cádiz y, de base, no parece malo. Los de Garitano complicaron mucho el encuentro a los de Almada, les hicieron sentirse muy incómodos en el campo y fueron capaces de generar dos ocasiones muy claras, más el gol anulado a Tabatadze, que todavía no sé qué es lo que vio el árbitro. Dicen que interferencia de un jugador que estaba en fuera de juego... no lo veo. Como tampoco, para ser justos, el penalti por mano que reclama el Valladolid.
Fue un partido durito de ver para el espectador, con mucho desgaste físico y en el que los amarillos parecieron estar más cómodos, ganando muchos duelos y siendo muy duros: de ahí las seis tarjetas, todas ellas justísimas y alguna, incluso, pudo ser de otro color. Con el paso de los minutos, sobre todo en la segunda parte, los negrivioletas ayer tomaron el mando y dispusieron de más balón para generar ocasiones, pero estas apenas llegaron por lo que se puede considerar que el empate es justo.
Este punto, tan justo como escaso, hace que el Real Valladolid siga fuera de la zona de promoción. Y es que los blanquivioletas están rindiendo bien a domicilio, sólo han perdido un partido, pero no están dando la cara en Zorrilla. Por ahí se le está escapando la opciones de ascenso, allí es donde de verdad ha de mejorar el equipo. Porque un conjunto que quiere ascender tiene que hacer de su casa un fortín. No tiene un pase que de los siete partidos jugados como locales ya se hayan escapado puntos en cuatro, con dos empates y dos derrotas.
Y los puntos, como ayer, se escapan por cuestiones que ya han sido habladas varias veces. Falta de fútbol y falta de efectividad. Lo primero es salvable. Se van viendo buenos minutos en todos los partidos, lo segundo es más complicado y es evidente, como dijo ayer Guilherme, que falta gol. El que no tiene gol, no tiene gol. Como dicen los entrenadores, incluido Almada, por eso los delanteros goleadores valen tanto... pues eso. Que Víctor Orta debería poner todos sus esfuerzos en lograr que los buenos minutos que hace el equipo, que las ocasiones que genera, tengan más rendimiento en forma de goles. La segunda línea tiene que ayudar, pero un Javi Guerra, un Mata o un Weissman es fundamental.
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Y después de todo esto, tampoco hay que equivocarse: el Real Valladolid en Cádiz no mereció ganar y si Guilherme vistiera de amarillo habría perdido el partido. El portugués ha ganado dos meses seguidos el trofeo al mejor jugador y con su actuación en el Mirandilla opta al tercero con dos paradas de mucho mérito... La cuestión es que si tu portero es el mejor tantos partidos seguidos, a lo mejor, tenemos un problema mayor...
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