Calma chicha después de la primera derrota
Romo ha dedicado el día al trabajo regenerativo en la playa y tiene a todos sus jugadores en perfecto estado
Gajes del oficio. Derrota de pretemporada, nada que no sea perfectamente normal, de lo que no hay que hacer debate, pero de lo que hay que tomar nota. No por el resultado, intrascendente, sino por algunas lagunas que empezaron a dejarse ver en Sarón. La falta de filo en el área rival en los momentos de mejor juego en la primera mitad, la inconsistencia defensiva y perdida de duelos en la segunda... Para ver estas cosas y poder corregirlas están los partidos de verano con el mercado abierto. En eso están de acuerdo el míster y Mikel Martija, director deportivo de la entidad.
Con ese análisis en el vestuario de los técnicos, no había caras largas esta mañana en la sesión de trabajo regenerativo diseñado por el preparador físico del club. Un trote ligero de ida y vuelta por la senda de Mataleñas, unos estiramientos arriba y un baño final en el Cantábrico para cerrar la mañana. Para los más atrevidos, o más acostumbrados a la temperatura de las aguas en el norte, que los otros se conformaron con mojarse un poco las piernas. Lo mejor es que estaba la plantilla al completo, ni una sola molestia que ocupara siquiera a médicos y fisioterapeutas.
Con un partido el sábado en Guardo (19:00) frente a la Cultural Leonesa, Guillermo Fernández Romo solo tiene previsto hacer una sesión más de entrenamiento esta semana, mañana por la tarde en La Albericia. A pesar de tratarse de encuentros en los que el resultado no es lo más importante, el madrileño prefiere que también en pretemporada el entrenamiento previo a cada partido sea a puerta cerrada. El que no jugará en La Camareta frente a los culturalistas será Matheus, que ha llegado más bajo de forma física que los demás, y Romo prefiere reservar su estreno hasta el partido contra el Burgos la semana siguiente en Villaviciosa.
Ezkieta pisó el césped de El Sardinero
En la ronda de presentaciones le llegó el turno a Jokin Ezkieta, navarro de Villava, de 25 años y 193 centímetros de alto. Tras pasar por las canteras de Osasuna y Barcelona, Jokin ha pasado los tres últimos cursos en el Athletic, las dos últimas temporadas en el primer equipo a la sombra de Unai Simón, el titular de la selección española y prácticamente sin jugar, por lo que reconoce que “yo vengo a ser uno más, aquí nadie es más que nadie. Está claro que vengo de una situación complicada y que necesitaba tener un cambio. Tener la oportunidad de venir al Racing desde el primer momento me atrajo muchísimo y vengo a sumar y ayudar al club a conseguir los objetivos. Cerca de casa, historia, afición, estadio..., el Racing es un club en el que a todos los jugadores nos apetece jugar”.