Bouldini afila el colmillo
El delantero del Levante suma cuatro goles en las primeras cinco jornadas, la mitad de los que firmó el pasado curso en 36 partidos.
Mohamed Bouldini está cumpliendo como nunca su cometido, marcar goles. El delantero del Levante, la gran apuesta del pasado curso a nivel económico para reforzar la parcela ofensiva del equipo en busca del ascenso, tras un primer año gris (8 goles en 36 jornadas), está respondiendo a las expectativas en su segundo año en Orriols.
El delantero marroquí suma cuatro goles en las primeras cinco jornadas, la mitad de los que firmó el pasado curso, y tan sólo ha necesitado siete remates a portería para llegar a esos registros. Bouldini, a sus 27 años, ruge con sus goles cada 116 minutos en la presente temporada. Calleja, pese a los problemas defensivos del equipo, sonríe con la aportación de su ariete titular, cada vez más adaptado a lo que pide de él el técnico madrileño.
El Levante se lanzó a por el atacante de Casablanca tras irrumpir con fuerza en el fútbol español en las filas del Fuenlabrada (7 goles en 17 partidos, llegando en enero al equipo). Con los equipos más fuertes de la categoría peleándose por hacerse con sus servicios, el Levante firmó un acuerdo con el Fuenlabrada, quien previamente había pagado medio millón de euros al Santa Clara portugués por el marroquí, cuya cantidad definitiva estaba condicionada al ascenso.
El conjunto granota, que sigue pagando por el delantero, decidió apostar por la permanencia de Bouldini en la plantilla pese a los problemas económicos que atravesaba la entidad y con varios clubes llamando a su puerta para preguntar por su situación. Él, de momento, está respondiendo de la mejor manera: con goles.
Por el momento, únicamente Carlos Martín, el heredero del ‘9′ de Raúl García de Haro en el Mirandés, está por encima en la clasificación goleadora (5) y es el jugador que más disparos ha realizado en este arranque (10). Bouldini, empatado a cuatro goles con Curro Sánchez del Burgos, tan solo ha necesitado siete zarpazos para destaparse como el goleador que necesita el equipo.