Borja también juega el ascenso del Leganés en rueda de prensa
El entrenador jugó al despiste y anunció en la previa de Huesca decisiones que luego no tomó. La jugada le salió bien con Cissé, Chicco y Juan Cruz.
El fútbol moderno se juega más allá de los terrenos de juego. También en las redes sociales, comunicados, partes médicos… y, cómo no, en las ruedas de prensa, un espacio que Borja Jiménez empieza a manejar con habilidad para impulsar a los suyos en el objetivo de subir a Primera División.
Buena prueba de su destreza para manejar también la escena pública la dio el pasado viernes, cuando en la previa del partido ante el Huesca, el técnico del Leganés deslizó que no habría revolución ante los oscenses, que Miramón podría llegar a tiempo al partido y que Abzi sería opción para el carril zurdo. Ninguna de las tres premisas se cumplió. Esto es: hubo revolución, Miramón no jugó y Abzi no estuvo ni en lista.
Tres sorpresas en el once
Sobre lo primero, la revolución en el once, Borja Jiménez sacó de inicio tres novedades que se podrían considerar de llamativas. Quizá la de Cissé en el carril derecho era la que menos sorprendió, porque el guineano ya se había desempeñado en ese costado. Se puede considerar de sorprendente por que trasladó a Juan Cruz del carril derecho, donde “lo está haciendo bien” (Borja Jiménez dixit), al izquierdo. El argentino en ese espacio fue la segunda sorpresa del once, acompañada, además, de la ausencia de Abzi.
“Lo normal es que Abzi pueda jugar”, comentó el técnico. La de carrilero zurdo “es su demarcación. Valoramos diferentes opciones, claro, porque lo puede hacer ahí [en la izquierda] Juan”, añadió en sus repuestas Borja, que deslizó sólo de manera residual la opción por la que finalmente optó. Abzi, con todo, se cayó de la lista y el entrenador no tuvo más remedio que apurar a Cruz a pierna natural donde, por cierto, fue de lo más destacado del Leganés.
La tercera sorpresa del once fue la de usar a Chicco de central derecho en lugar de Nyom. Arambarri y Borja López, centrales puros (aunque éste, zurdo) se quedaron en el banquillo para dar entrada al pivote argentino en una posición que no es la suya y en la que también cuajó gran partido.
“No haremos nada raro. Lo dije hace tiempo. No haremos experimentos. Le vamos a dar normalidad. Somos de cambiar nombre por nombre. No buscaremos nada diferente”, anunció el técnico en sala de prensa en una declaración de intenciones que contradijo su once. La jugada le salió bien, toda vez que el Huesca no logró manejar situaciones de excesivo peligro más allá del balón parado, donde (ahí sí) obligó a Diego Conde a sacar su versión más salvadora.
La ausencia de Miramón
Un once en el que tampoco estuvo Jorge Miramón, que en la previa apuntaba a posible retorno, pero que en verdad no llegó ni a viajar en lista con el cartel (visto que ni pudo viajara Huesca) también de duda para el partido ante el Espanyol. “En principio ha entrenado con nosotros esta semana. Decidiremos. Queda la sesión de mañana. Es positivo que Miramón se pueda reincorporar”, vaticinó Borja Jiménez.
A eso se le ha llamado toda la vida jugar al despiste para que tu rival no saque ventaja. Una metodología que se ha convertido en norma en el fútbol moderno, en el que se analiza hasta el último detalle, incluidas las comparecencias públicas donde a los entrenadores les cuesta cada vez más ofrecer de manera 100% transparente detalles de su equipo. Ahí también se juega el ascenso el Leganés.
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