Borja Jiménez puede hacer más grande la herida del Cartagena

El técnico del ascenso albinegro, cesado el curso siguiente, regresa como líder a la ciudad portuaria, con los albinegros colistas y con seis derrotas en casa.

Actualizado a 5 de noviembre de 2023 18:30 CET

CD LEGANÉS

El destino es caprichoso y ha querido que Borja Jiménez, que no salió de la mejor manera de la ciudad portuaria, pueda hacer todavía más sangre de la delicada situación que vive el FC Cartagena desde el arranque de temporada. El que fuese entrenador del ascenso a Segunda y cesado el curso siguiente sin pisar puestos de descenso, puede asestar otro golpe a los albinegros, que no han puntuado en ninguno de los seis partidos disputados como local y es colista, a siete puntos de la salvación. Además, el cuadro de Jiménez llega líder a la ciudad portuaria y convertido en uno de los candidatos al ascenso, a pesar de tener como meta la permanencia (sigue el partido en directo en As.com).

A Julián Calero la energía no se le agota, pero su discurso no tiene efecto en los resultados. Y, como él bien dice, son los que mandan. En sus seis partidos al frente del FC Cartagena no sabe lo que es ganar, tampoco en Copa del Rey frente a un Tercera RFEF. Ha cosechado tres empates, todos a domicilio, y tres derrotas. Del duelo copero puede venir la principal novedad en el once, algo que no ha repetido el técnico en los anteriores compromisos. Raúl Lizoain, al que Víctor Sánchez dio la titularidad en su último partido como entrenador del FC Cartagena y Calero se la quitó en su estreno, puede volver a situarse bajo palos. El meta fue clave para la clasificación ante el CD Azuaga (detuvo tres penas máximas en la tanda de penalti) y no se podría descarta un relevo en la portería. La duda está en la presencia de Kiko Olivas, que arrastró problemas físicos durante la semana. Serán bajas obligadas Arnau Solá y Hector Hevel, que acumulan varias semanas sin esta a disposición del cuerpo técnico.

Con los pies en el suelo

La euforia persigue al CD Leganés, pero los pepineros son más rápidos. Y huyen. Huyen de ella como quien evita al demonio. Lo hacen por convencimiento. Porque saben que si abrazan con entusiasmo el disfraz de candidato al ascenso que todo observador neutral intenta endosarle su rendimiento bajará. Este equipo, repiten en el vestuario, rinde mejor si no se cree nadie. Con la humildad de tener de único objetivo la permanencia. Y creyéndose nadie, lo son todo. Ahí arriba, comandando una clasificación que, pase lo que pase esta tarde, seguirán reinando. Postura de cordura pausada que no está exenta de ambición. Dicho con otras palabras, el Lega va a ganar a Cartagena para, si es posible, consolidarse más aún en el liderato tras el empate de Eibar y Espanyol y, de paso, acercarse más al objetivo de los 50 puntos. Por ahora, ya llevan 28… y creciendo.

Desplazamiento (fuera de casa sólo han perdido dos partidos, son el segundo mejor visitante) al hogar de un equipo que al sur de la capital eriza la piel en sus extremos. El positivo, porque el curso pasado el triunfo en Cartagena eyectó a los entonces dirigidos por Idiákez hasta engarzar una racha de solo una derrota en los siguientes 13 partidos. Pero aquello se truncó y el CD Leganés entró en barrena hasta costarle el puesto al técnico tras perder… ¡contra el FC Cartagena! Evocaciones agridulces del mismo tono que provoca en Borja Jiménez, entrenador que llevó al Efesé a Segunda en 2020, pero que sólo aguantó 19 jornadas. Lo echaron. “Todavía no he preguntado por qué”, se cuestionó en la previa. Entonces estaba fuera de los puestos de descenso e iba a un buen ritmo de punto por jornada.

Ahora en el CD Leganés su pizarra hace milagros. Está por ver si ante el FC Cartagena volverá a dibujarse en defensa de tres centrales o si, por el contrario, mutará al 4-4-2 más habitual. Que Calero juegue con dos arietes invita a pensar que mandará el primer método. El retorno de Raba, principal novedad. El cántabro apunta al once con la posibilidad de que sea Diego García (si se mantiene la defensa de cinco) o un central (si se pasa a línea de cuatro) los damnificados por su vuelta.