Bolo, fiel al sistema con dos delanteros
El técnico fía la efectividad de su sistema favorito al trabajo de los puntas Bastón y Enrich
Desde su llegada a Oviedo, Jon Pérez Bolo ha mantenido firmemente que el Oviedo que quería construir no podía ceñirse a un solo sistema, sino que debía ser capaz de adaptarse a los diferentes contextos de los partidos. Un equipo con variantes es lo que perseguía el técnico. La pretemporada sirvió de campo de pruebas y las cinco jornadas disputadas hasta ahora han demostrado que Bolo busca soluciones sobre la marcha, pero el avance de la competición también pone de manifiesto que el 4-4-2 parece el sistema al que tiende el entrenador.
Porque el dibujo con dos delanteros puros lleva dos semanas a pleno rendimiento en el Oviedo y el entrenador parece satisfecho con los réditos. De hecho, el 4-4-2 fue el esquema elegido de primeras por Bolo para entrar en la competición. Sucedió en el duelo de estreno ante el Andorra. Entonces, el vaso dispuso un dibujo que contaba con una doble referencia arriba, con Borja Bastón y Samu Obeng como pareja. Fue la pareja más habitual la temporada pasada con el Cuco Ziganda.
Pero el experimento con Obeng solo duró aquella semana. Porque ya en la segunda fecha, contra el Leganés en el Tartiere, el entrenador optó por darle confianza a Marcelo Flores, el joven mexicano cedido por el Arsenal, para que actuara como acompañante de Bastón. En la práctica, el equipo se situó con un 4-2-3-1 en el que el azteca trataba de aportar soluciones recibiendo en el centro del campo y buscando superioridades.
Fue la misma fórmula que el técnico empleó para hacer daño al Racing en El Sardinero. Otra vez con Flores como media punta, el equipo buscó las cosquillas del rival con el balón, aunque en esta ocasión al Oviedo le costó bastante más, solo acelerado el argumento cuando la pareja de medio centros formada por Montoro y Koba dieron el relevo a Jimmy y Rama, más desacertados en el primer acto.
En las dos últimas jornadas, otra vez Bolo se ha refugiado en el 4-4-2 en busca de la mejor versión de los suyos. En ambas ocasiones con Enrich y Bastón como pareja de referencia arriba. Y se produjo un llamativo contraste. Contra el Levante, se vio el partido de los azules más convincente del año, sujetado el equipo por el trabajo de los dos arietes. En Burgos, sin embargo, el Oviedo nunca estuvo cómodo y jugó a merced del rival durante la mayor parte del choque.
De cara a la próxima cita liguera, el sábado ante el Ibiza, Bolo volverá a meditar cuál es la mejor opción para tratar que los suyos se queden con los 3 puntos, con el 4-4-2 como sistema de máxima prioridad en sus planes.
La defensa, fija
Tan solo hay 6 futbolistas que han jugado los cinco partidos disputados hasta la fecha en el once inicial propuesto por Bolo. Tomeu Nadal es el elegido para le meta tras un intenso verano junto a Quentin Braat, guardameta suplente. En la defensa, los cuatro zagueros no se han movido: Lucas Ahijado, Tarín, Dani Calvo y Alonso Aceves. Arriba, Bastón es el único de los futbolistas de un perfil más ofensivo que ha sido titular en todos los choques disputados hasta la presente fecha.