Bochorno sin reacción en el Racing de Ferrol
El club gallego vive inmerso en una temporada repleta de goleadas, episodios embarazosos extradeportivos e inacción ante la situación desde la zona noble del club.
El Racing de Ferrol volvió a caer humillado. La visita al Racing de Santander (6-0) confirma que la dirección del club ferrolano no lleva a otro lugar que no sea el descenso. Tristemente, lo ocurrido en El Sardinero con seis goles en contra para los gallegos no es una novedad, ya que la presente temporada han sido víctimas de diversos resultados apabullantes con demás rivales como son el Albacete (1-4), Córdoba (3-1), Oviedo (1-5) o Almería (1-4). Un nuevo bochorno llegó en Santander ante un Racing que no hizo más de seis goles a su tocayo ferrolano porque no quiso con una bajada de pistón notable en los últimos minutos.
La ausencia de calidad en la plantilla viene aderezada por una evidente falta de actitud para querer y poder revertir la tétrica situación deportiva del Racing de Ferrol. Esto es forjado con la confección de una plantilla que dista de la capacidad de poder construir un equipo compensado y que ni de lejos se acerca a las intenciones de mejoría marcadas con respecto a los jugadores del año pasado. Desde los despachos vieron como salían futbolistas con talento para finalmente cubrir huecos con medianías incapaces de dar el nivel acorde en la categoría.
En el apartado extradeportivo rodean al club situaciones embarazosas. Enfrentamientos con aficionados protagonizados por Bebé, un entrenador superado como Cristóbal Parralo, sancionado por propinarle un cabezazo a un técnico rival, que paga con un mes de sanción alejado de su puesto. Esto viene acompañado de lo principal, unos registros difíciles de defender con tan sólo tres victorias en 23 partidos, apremiados con una ratificación en el banquillo hasta final de temporada. Los entrenamientos a puerta cerrada como costumbre, numerosas lesiones y una espiral negativa que se repite cada fin de semana en el terreno de juego. En cuanto a transparencia, el Racing de Ferrol se caracteriza por no facilitar ni siquiera el contrato de sus jugadores en una situación nunca vista previamente en el club. Una detrás de otra.
Este cóctel tiene al racinguismo decepcionado, hastiado y como es normal con falta de numerosas respuestas. El público es soberano y demanda una reacción a la propiedad con hechos y no palabras, el Grupo Élite que prometió llegar a lo más alto en el fútbol profesional y va camino de protagonizar el retorno a Primera RFEF por la vía rápida. Es evidente que el Racing de Ferrol puede descender como ha ocurrido numerosas veces en su centenaria historia, pero no siendo humillado como está sucediendo esta temporada, con una inacción desde el puesto de mando que oscurece cada vez más las metas de un proyecto teóricamente serio e ilusionante.
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