Blanquiazules en tres categorías seguidas

No todas han sido malas noticias deportivas en el Tenerife, aunque sin duda la peor fue el descenso de categoría del primer equipo que, después de 13 años, se despide de Segunda División. Las alegrías de los blanquiazules, sin embargo, las han ofrecido sus filiales.

El ‘B’, entrenado por Mazinho, logró con creces la permanencia en Segunda RFEF. Lo hizo, además, haciendo una gran primera vuelta que le tuvo entre los animadores e, incluso, siendo líder durante algunas jornadas. En la segunda parte del año hubo algunas bajas que mermaron su rendimiento, pero nunca se pasó apuros.

Y este fin de semana, el equipo C, entrenado por el excapitán Cristo Marrero, consiguió aterrizar por primera vez a Tercera División después de superar en la liguilla de ascenso al Águilas (1-0) y al I’Gara (1-0) y luego de haber quedado segundo en la fase regular.

Cristo, quien celebró la gesta con la camiseta que lució en el ascenso del primer equipo en Montilivi hace 16 años, se sacó así la espina clavada de la temporada anterior en la que su equipo se quedó a las puertas tras perder la final por penaltis. Eso sí, el próximo curso no seguirá en el banquillo.

Por lo tanto, la temporada 2025/26 tendrá al Tenerife en Primera RFEF, al filial en Segunda RFEF y al ‘C’ en Tercera RFEF. El primero de ellos parte con la obligación de luchar por el ascenso, mientras que los otros dos tratarán de evitar sustos y consolidarse en su respectiva categoría.

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