Algún día tenía que llegar
“Ni antes éramos el Bayern de Múnich, ni ahora somos una mierda”. Esa frase pronunció ayer José Alberto (inequívocamente nos recuerda a Manolín Preciado) tras la derrota contra el Racing de Ferrol por 1-3. En un mal partido, sobre todo a nivel defensivo, pero haya calma. Era imposible mantener el ritmo de local (16 de 18 puntos) y en algún momento se iba a perder. Jornada 13.
Sigo pensando que este equipo da sobrado para los 50 puntos y sigo pensando, básicamente porque me lo han demostrado, que se puede aspirar a luchar por el Play Off. Pero eso no quita que pueda ser crítico con el partido de ayer. Pero no por el resultado, porque en Cartagena se ganó y el Racing no me gustó.
La ley del ex, o de los ex
Cristóbal Parralo no será recordado por sus 11 partidos al frente del Racing. Llegó para mejorar a Ania, no lo consiguió y se fue cuando ya no aguantaba más a Chuti Molina. Pero sin duda tiene madera de entrenador, subió al Racing de Ferrol y ahora en Segunda, sin grandes estrellas, lo mantiene en la zona media de la clasificación y ha conseguido lo que nadie hasta la fecha: ganar en Santander.
Pero el mejor ex fue, sin ningún género de duda, Héber Pena. El habilidoso extremo zurdo del Racing de Ferrol asistió a Carlos Vicente en el primer gol, metió el penalty que él mismo había provocado y volvió a marcar el tercero. Noche redonda.
Antes de tiempo
Ayer me volvió a pasar: yo no hubiera quitado a Juanca Arana. O por lo menos no en ese minuto. Y menos con David Castro (al que estaba sacando de punto) con amarilla. Creo que el canario se estaba fajando bien con sus pares y siendo un auténtico incordio. Es un pura sangre, por eso lleva dos amarillas, pero es su fútbol y creo que al Racing (seguro que lo corroboran los ‘trescuartistas’) le beneficia porque es el único arriba que la pide al espacio. Ekain aportó cosas, pero me hubiera gustado ver a los dos arriba a la vez.
La teoría de la manta y la banda izquierda
Es indudable que el Racing carga su ataque por la banda izquierda. La influencia de Iñigo Vicente y las constantes subidas de Saúl, vuelcan los ataques del equipo de José Alberto hacia ese costado. Y la realidad es que al equipo no le ha ido mal. Hasta ayer, donde la manta no tapó la cabeza ni los pies.
La banda izquierda del Racing fue un quebradero de cabeza. Se dice, se asume y no pasa a mayores Que ayer no jugase bien no quita a Iñigo Vicente de ser el mejor jugador del equipo y uno de los mejores de la categoría. Pero cuando no está, el equipo lo nota mucho. Y ayer fue un día de esos. Con balón no ofreció la versión celestial a la que acostumbra y el (nulo) trabajo defensivo se notó mucho más. Y aquí viene la segunda parte contratante, y probablemente la que acaparase todos los (negativos) focos: Saúl.
El de Vioño de Piélagos no tuvo el día. Ni fue determinante con sus llegadas al área contraria ni atrás supo frenar a Carlos Vicente, que es un muy buen jugador. Y para colmo, aparece en la fotografía del de 1-1 y el 1-3, por idéntica razón: muy buena anticipación, pase al rival y espalda comida. No pasa nada, un día malo lo tiene cualquiera y no pienso participar del hostigamiento colectivo. Pero en estos casos, ¿no era mejor sustituirlo?
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