Alfonso Herrero y el clic de Zorrilla
Tras aquel error en Valladolid, el meta toledano ha recuperado su mejor versión. Es el portero con más paradas de la categoría (68). Hizo cuatro ante el Almería.
Hay partidos que marcan una temporada y acciones que activan a un futbolista. Para Alfonso Herrero, ese punto de inflexión llegó en Valladolid. Un error con los pies, de esos que no encajan con la jerarquía de un portero acostumbrado a decidir partidos desde la fiabilidad, dejó una imagen poco habitual en el meta del Málaga. No fue un fallo cualquiera, ni pasó desapercibido. Antes de ese episodio ya le acompañaba cierto runrún, alimentado por la sensación de no estar aún a su mejor nivel e incluso por algún amago, quizá exagerado, de debate en la portería del Málaga, coincidiendo con la transición Pellicer-Funes. Lejos de convertirse en una grieta, aquel error terminó siendo el clic.
El propio Alfonso había reconocido semanas antes que no se sentía al nivel de temporadas anteriores. Una reflexión honesta, poco común en un futbolista de su estatus. Volvía a insistir en AS antes de su partido 100 con el Málaga (ya va por 102). Desde aquel día en Zorrilla, el portero toledano ha ido recuperando su mejor versión, esa que en Málaga le ha valido el apodo de El Santo. Seguridad, jerarquía y paradas decisivas que han acompañado el crecimiento del equipo en este tramo del campeonato.
El Málaga atraviesa un buen momento colectivo, reflejado en un 11 de 15 en la era Funes que ha reforzado la confianza del grupo. Pero dentro de ese contexto hay nombres propios, y el de Alfonso Herrero sobresale con claridad. En Albacete, en el triunfo en el Carlos Belmonte, firmó cuatro paradas de mérito, varias de ellas en momentos en los que el partido amenazaba con girarse.
Frente al Almería volvió a aparecer cuando el margen era mínimo. De nuevo cuatro intervenciones, con dos acciones que resumen perfectamente su perfil. En la primera parte, una parada milagrosa con el pie a Arribas, abajo, felina, pura intuición y de esas que exigen un ataque de reflejos. Ya en el descuento, cuando el empate indálico asomaba, apareció para negar el gol a Centelles, sacando un disparo raso, potente y tenso que atravesó un auténtico bosque de piernas antes de encontrar la respuesta del meta.
“Puede haber sido uno de mis mejores partidos, incluso el mejor por número de paradas, pero mi trabajo va más allá. Ha habido otros partidos en los que no he estado tan bien y me han servido para estar ahora con mejores sensaciones. Partidos como el del Valladolid te hacen más fuerte. No lo he pasado excesivamente mal, creo en la constancia del trabajo”, reflexionaba el toledano tras el Málaga-Almería.
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No es solo una cuestión de cantidad, sino de trascendencia. Alfonso aparece cuando el partido entra en ese péndulo tan reconocible, cuando el rival aprieta y el error penaliza el doble. En cada encuentro reciente hay una acción suya con impacto directo en el resultado. Alfonso Herrero es actualmente el portero con más paradas de Segunda División, con 68 intervenciones, empatado en ese registro precisamente con Andrés Fernández, meta del Almería.
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