Acierto y presencialidad

“Tampoco es fácil meter gol porque es lo más difícil en el fútbol”, comentaba García Pimienta durante la rueda de prensa que concedió ayer sábado. Este apostillado venía a cuento de las razones que ha podido encontrar en esta mala racha. Entre ellas aparecía la puntería.

“Si de todas las ocasiones y veces que llegamos al área contraria, en un porcentaje, aunque fuese mínimo, hubiéramos estado acertados de cara al gol, hubiésemos ganado muchísimos más partidos de los que hemos ganado hasta ahora”. Sensaciones que compartía el técnico pero con números detrás. “Nos basamos en las estadísticas de todos los partidos que hemos hecho”. Y es que no es lo mismo presencia que acierto.

A ese lamento, el de la puntería, podría adscribirse cualquier deportista, pues seguramente pesa más en la memoria el error propio más que el ajeno. Sin embargo, a los del técnico amarillo no le faltan justificación. Los amarillos son los decimocuartos en conversión de tiros en goles de la categoría con un 8,07%, segun Opta. Esto se traduce en que, de promedio, ha necesitado 12 tiros para anotar un gol. Cuatro más que Granada, Albacete —con 8— y tres que Alavés —con 9—.

No obstante, pica que los de García Pimienta son los que más tiran de Segunda con 483 disparos, 120 tiros más que la media de la categoría, 76 más que la media de los seis primeros clasificados. Además son los que más veces chutan entre los tres palos, 153 pelotas que han visto portería. Líderes tanto desde fuera del área como desde dentro.

Además el técnico amarillo hacía referencia sobre la presencia ofensiva que no se traslada en el marcador. Y no es menos cierto que los amarillos son punteros en varias métricas. Pues son los que más tocan la pelota en el área rival y los terceros que más pases ponen dentro de Segunda, excluyendo centros y córneres.

Paradójicamente sobre la puntería, y acudiendo a los datos ofrecidos por Opta, los grancanarios encabezan la clasificación de goles esperados en Segunda con 43,92 —una estadística que mide la calidad de las ocasiones— y además no solo lejos de tener falta puntería, los goles esperados tras disparo —la métrica que mide la calidad de los tiros— sube a 49,45. Los que más de la categoría de plata. A lo que hay que sumar que protagonizan la mayor diferencia a su favor, con 5,53.

Sin embargo, el lamento del técnico se puede ver en la traslación de los goles esperados tras disparos en tanto. Por ejemplo, con los datos de Opta en la mano, si del Granada se esperaba 5,38 dianas menos tras disparo menos de las que ha conseguido, de Las Palmas con los datos de opta se aspiraba a 10,45 más de los cosechados.

Además, que a pesar de sus grandes números en disparos y tiros que van a puerta, los primeros de Segunda, el porcentaje de chutes que obligan a intervenir al portero colocan a los amarillos en la decimocuarta posición con un 32%. La misma que lideran Albacete y Racing con un 36%. Es decir, un margen de mejora que está a una zanahoria de distancia.