Renfroe, la veteranía al poder
“El baloncesto es mi vida. Disfruto de cada año porque puede ser el último”, apunta el nuevo base del Bilbao Basket, que acumula 18 equipos tras abandonar su país.
Alex Renfroe es el ejemplo de jugador norteamericano que se ha labrado una carrera de nómada llevando siempre a la espalda la mochila de profesional intachable. No se le conocen conflictos, tal vez algún desencuentro con la selección de Bosnia y al final de su etapa con el Burgos. Pero ha pasado por 18 equipos y un montón de países. Su dilatada experiencia, con una estancia muy fructífera en la ACB, abarca clubes como el Valladolid, Baskonia, Barcelona, Manresa, San Pablo Burgos y Granada. Pisó la Euroliga con el Alba Berlín e hizo sus pinitos por Italia, Rusia, Croacia, Letonia, Serbia, Turquía y Puerto Rico. Aquí precisamente es el único sitio en el que ha repetido aventura, en el Leones de Ponce. Y sigue dando guerra a los 37 años. No escatima esfuerzos. Lo mismo se entrega en clubes de primera línea mundial como el Barcelona, otros en los que ha ganado títulos como el Burgos y modestos como el Granada. Tiene pasaporte bosnio y podría jugar con la selección de Musa, pero despeja que “esa etapa ya concluyó” tras actuar con ellos un par de veranos.
Ahora inicia andadura en Miribilla. Sabiendo cuál es su papel. Mantiene la misma pasión por el baloncesto que cuando aterrizó en Europa en 2009, en el VEF Riga. “El baloncesto es mi vida. Me gusta competir, entrenar todos los días, jugar... no me importa contra quién ni dónde. Disfruto de cada año porque puede ser el último, juego cada partido con el corazón, para mí todos son especiales”, se ríe. Se siente capaz de sacar adelante lo que le echen. Lo mismo ser un líder que asuma los tiros calientes u ocupar un segundo plano. Por eso se siente orgulloso de ganar títulos internacionales como la Champions y la Intercontinental en la misma medida que por la permanencia del humilde y recién ascendido Granada el curso pasado. “Aportar experiencia ha sido una de mis funciones estos últimos años”.
Gregory Alexander Renfroe actuó con Rabaseda en Burgos, “es un gran jugador, uno de esos a los que odias cuando tienes delante, pero que quieres tener en tu equipo. Me encanta estar con él porque siempre realiza la jugada correcta; se merece lo que ha conseguido y el respeto que tiene en la liga”, sentencia. También fue compañero de Kullamae en el Coliseum. Y del resto de compañeros del Bilbao Basket tiene referencias “porque me he enfrentado a casi todos”. Miribilla le ha cautivado cuando ha acudido de visitante. “el ambiente que se respira aquí es espectacular, tengo ganas de ver a los aficionados empujándome ahora a mí”. Cree que en la plantilla de Ponsarnau conviven chavales y veteranos, “hay un buen balance de gente joven y experimentada”. Los fichajes contribuyen, en su opinión, a que haya “más físico, buenos tiradores y excelentes asistentes”. Percibe que tienen piezas para hacer un gran equipo. “Ahora lo que hace falta es tiempo para ir entendiendo todas las situaciones que va planteando el entrenador y hacer equipo, pero somos un grupo muy bien hecho. Es un equipo bien pensado”.
El director deportivo, Rafa Pueyo, desgranó que el base escolta norteamericano “tiene capacidad para anotar y para buscar al compañero situado en mejor posición”. “Es de los mejores pasadores de la competición y va a hacer mejores a sus compañeros. Otra de sus virtudes es el ritmo al que juega en transición y en defensa destaca por el uso de las manos y su buena colocación. Y otra no habitual es que es un buen reboteador en ambos lados de la pista”, alabó el dirigente.