BARCELONA - REAL MADRID | ÁRBITROS
“Veía caer los Nokias y pensaba... ¡Ostras, aquí hay un buen cabreo!”
Iturralde González, Urízar Azpitarte, Brito Arceo, Muñiz Fernández, Pérez Burrull y García de Loza comparten con AS sus experiencias en los 26 Clásicos que dirigieron.
Es el partido que todos quieren arbitrar. El escenario donde lo mejor es pasar desapercibido y dar el pitido final sin haber sido protagonista. AS charla con seis árbitros de diferentes épocas sobre lo que supone arbitrar un Clásico: la presión, el ambiente, cómo lidiar con los jugadores...
Eduardo Iturralde González (3 Clásicos): “Con Mourinho eran desagradables fuera del campo, pero dentro no tanto”
Eduardo Iturralde González (Bilbao, 1967) arbitró tres Clásicos, el último fue el 5-0 de 2010, el primero de Mourinho en el Madrid. Hoy comentará el partido en el Carrusel Deportivo de la SER.
―¿Qué tiene de especial un Clásico?
―Son especiales mediáticamente. Sobre todo recuerdas el primero, porque yo cogí la época que eran por sorteo. Es una alegría. Es el partido que todo árbitro quiere pitar.
―¿Qué se lleva peor, el antes o el después?
―El antes quizás por todas las llamadas que tienes, te piden entrevistas...
―El último que pitó fue el primero de Mourinho en el banquillo del Madrid...
―Eran Clásicos bastante difíciles. Más mediáticos que ahora en cuanto a presión.
―¿Cómo lo llevó?
―Aquellos Clásicos eran desagradables fuera, en el campo no lo eran tanto.
―¿El Clásico es el partido más difícil de pitar?
―No. Yo he pitado cuando existía la promoción y esos son mucho más difíciles. El jugador está más nervioso porque sabe que si pierde baja a Segunda. Mediáticamente no hay nada como un Barça-Madrid, pero de dificultad arbitral lo es mucho más uno del descenso.
Alfonso Pérez Burrull (5 Clásicos): “Si se acercaba Figo, pitaba y no te escuchaban”
Alfonso Pérez Burrull (Comillas, 58 años) dirigió cinco Clásicos entre 2000 y 2007, dos de ellos, cargados de tensión...
―¿Es mucho más tenso un Clásico que otro partido?
―Eres consciente de lo que significa un Clásico. Pero racionalizas, te aíslas un poco del mundanal ruido, preparas tu partido y disfrutas.
―Vivió el primero de Figo de blanco en el Camp Nou.
―Además era mi primer Barça-Madrid. Ya había un componente de ilusión y... también de nervios. Y me encontré con un barullo y un jaleo que no he vuelto a vivir. Ruido y un alto componente de agresividad en la grada.
―Sería difícil hacerse oír...
―De hecho, hubo dos jugadas en las que recuerdo que el silbato no se oía. Cuando se acercaba Figo con el balón, pitabas y pitabas y no te escuchaban los jugadores...
―No pararon de llover objetos durante el partido. ¿Cuál fue el más extraño?
―Móviles. Cuando veía que caían los Nokias, digo, ¡Ostras, aquí hay un buen cabreo detrás! (risas).
―No fue el único polémico...
―En el siguiente, había una cumbre europea en Barcelona y se convocó un movimiento antiglobalización. Primero apareció un espontáneo y después un jugador me dijo: ‘Pérez, ahí tienes a dos en la portería’. Y efectivamente, había dos esposados. La policía ya tenía previsto que podía pasar, sacaron unas pedazo de tenazas y les sacaron de ahí. Nunca había visto algo así, que se te encadenen al poste...
―Usted es el segundo árbitro con más partidos en Primera, pero sólo tres Clásicos. ¿Qué piensa de hacer designaciones por sorteo?
―Estoy en contra. Los equipos no se eligen por sorteo. Hay que buscar al que viene haciéndolo bien.
Urízar Azpitarte (10 Clásicos): “El pisotón de Stoichkov me hizo más famoso”
Ildefonso Urízar Azpitarte (Bilbao, 1943) es, junto a Undiano Mallenco, el árbitro con más Clásicos: diez.
―¿Cómo es un Clásico?
―Más explosivo que una final de Champions. De un descuido surge una batalla campal.
―¿Es lo más difícil?
―No. En un derbi Atleti-Madrid que iba 2-0 terminó 2-3 con un penalti y cuatro expulsados. Acabé en la comisaría del Barrio del Pilar.
―Aún tiene el récord de más Clásicos pitados: diez.
―Entonces se estilaba pedirles una terna a los clubes. Se ve que todo el mundo me quería, aunque también estuve recusado por Barça, Madrid, Valencia y Atlético.
―En la temporada 86-87, la de la Liga del playoff, llegó a pitar tres Clásicos... Y la campaña anterior pitó dos.
―Por eso Alfonso Azuara, que en paz descanse, me declaró El Rey de los Halcones.
―¿Se nota la presión?
―Yo he tenido un coche pegado al mío desde que he salido de la oficina hasta que he llegado a Barcelona, grabándome todo el camino. Cuando eres debutante, estás preocupado; luego eres tú el que anima a los jugadores.
―En su último Clásico le pisó Stoichkov...
―Eso te hace más famoso. Después de aquel partido fui a pitar un partido a Escocia y me preguntaban por aquello.
―¿Cómo vivía los 90 minutos?
―Pitar un partido de estos es lo máximo. Se pasa volando. Cuando el partido está caliente estás con cien sentidos. Llevaba peor los partidos aburridos.
Juan Manuel Brito Arceo (1 Clásico): “En un Clásico sabes que te miran con lupa”
Juan Manuel Brito Arceo (Santa Cruz de Tenerife, 1963) pitó un Clásico en el invierno de 1996, con victoria madridista (2-0).
―¿Qué se siente en el momento de la designación?
―Fue hermoso, aunque rápidamente sientes la responsabilidad. Un Clásico es uno de esos partidos en los que te miran con lupa.
―¿Intimida?
―La intimidación es una palabra que no va con un árbitro que se precie de tener personalidad y equidad.
―¿Cómo recuerda aquel Clásico? Seis amarillas y 2-0. ¿Muy intenso?
―Fue un gran partido, bonito. Lo que más recuerdo y guardo para mí es que fui felicitado por los jugadores de ambos equipos y, especialmente, por Guardiola.
―Aquello fue en el Bernabéu, su espinita es no haber pitado un Clásico en el Camp Nou pero... fue 13 veces al estadio azulgrana. ¿Cómo es y, sobre todo, cómo recuerda aquel polémico Barça-Sevilla de 1989?
―Siempre que fui me trataron muy bien, salvo en aquel Barcelona-Sevilla, cuando cometí un error humano. Lo intenté corregir, pero mi auxiliar, entonces, me indicó que aquello era penalti y a pesar de las protestas de varios jugadores, hice caso a mi compañero. Era una cuestión de equidad, pero en aquel momento no funcionó. Fue un error. A día de hoy sigo y seguiré pidiendo disculpas. Somos seres humanos...
César Muñiz Fernández (3 Clásicos): “Fueron partidos difíciles, parecía otro tipo de deporte”
César Muñiz Fernández (Bruselas, 1970) pitó tres Clásicos, dos de ellos en pleno enfrentamiento enconado entre el Madrid de Mourinho y el Barcelona de Guardiola.
―¿Cómo es el día de la designación?
―Sientes satisfacción, todo árbitro de Primera tiene como su máxima ilusión dirigir partidos de máxima trascendencia. Es un partido a nivel mundial. No es ningún marrón, todo lo contrario. Siempre hay que ir con mentalidad positiva, sabiendo que no vas a poder dejar contentos a todos. Pero lo vas a intentar, aunque no sea fácil. Es la vida del árbitro de Primera.
―El primero le pilla más joven, con el Madrid de los Galácticos...
―Creo que llevaba sólo dos años en Primera, pero lo afrontas con ilusión y ganas. Muy contento, satisfecho. Cogí experiencia, madurez, fue una oportunidad para mejorar.
―Y ya en 2010, el primero de aquella serie de cuatro Clásicos casi seguidos, con la rivalidad Mou-Pep en todo lo alto.
―Fueron partidos especiales, la Selección estaba en un momento álgido y aquello pudo haber afectado a la relación. La tensión se palpaba, con los jugadores presionados por sus entrenadores. Fueron partidos difíciles, con intervenciones constantes, era fútbol, pero parecía otro tipo de deporte por momentos.
―¿Los banquillos presionaban de más?
―Un árbitro debe saber gestionar eso, no es solo arbitrar en el campo. Aplicar ventajas bien, ver ese manejo. Los banquillos, que estén tranquilos, si no esa tensión se transmite al campo. Es algo que no puedes permitir.
―Enseñó de media más de ocho amarillas en esos tres Clásicos. ¿Son complicados en lo disciplinario?
―Cada partido es diferente. Si los jugadores quieren jugar, dejas jugar. Si no, más arbitraje presencial. Todo depende del futbolista, los dos equipos son los mejores del mundo. No habría ni faltas si ellos quisieran. Pero si el partido son faltas constantes, protestas, interrupciones… Depende de los equipos. El fútbol es de los futbolistas, los protagonistas son ellos. Hay que dejar tranquilo al árbitro. No cargar toda la tensión en él, fallará y acertará, como todos. Los jugadores también fallan. Que sea lo menos posible.
―¿Algo que recuerde especialmente?
―Aquel marcaje de Pepe a Messi en el medio, con el portugués jugando como centrocampista, y Puyol haciendo lo mismo con Xabi Alonso... En el medio se jugó esa batalla. Cada uno con su temperamento, claro, pero dentro de los límites.
Raúl García de Loza (4 Clásicos): “Esa amarilla a Hierro en la final de Copa...”
Raúl García de Loza (Lugo, 1947) pitó cuatro Clásicos en su carrera. El más importante, la final de Copa 1989-90 en Valencia. Y el madridismo nunca le perdonó el 3-2 que costó la primera Liga de Tenerife...
―El momento de la designación: ¿marrón o premio?
―Es un premio, digan lo que digan, un honor dirigir un partido entre los dos equipos más grandes. Sabes que uno quedará contento y el otro tocado. Sientes un hormigueo cuando te nombran, durante la semana, yendo al estadio...
―Pitaba usted mucho al Barça, más que a nadie. ¿Creó polémica aquello?
―En aquellos tiempos éramos sólo 6 ó 7 árbitros en el top: Arminio, Urízar, Navarrete, el propio Negreira... Y de esos cuatro Clásicos, dos los ganó cada equipo.
―Hubo seis expulsiones en esos cuatro partidos. ¿Son duros, disciplinariamente?
―Aquel fútbol era distinto, no digo mejor, pero muy diferente. Eran partidos muy duros. Teníamos poca ayuda, sólo los jueces de línea. Si yo tengo el VAR no habría pasado un fallo que tanto me reprochan, el de la primera Liga de Tenerife, y el Madrid habría sido campeón. Anulé un gol legal, pero si el juez de línea levanta el banderín...
―¿Y de esos Clásicos, qué cambiaría?
―De la final de Copa en Valencia. Fue muy accidentada, pero igual no debí enseñar la primera amarilla a Hierro (expulsado por doble amonestación en el 45′; el Barça venció 2-0). Pude haber aguantado más esa tarjeta.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.