Valverde busca el pleno
El Halcón no parece necesitar descanso. Aunque en Anoeta hubiera rotaciones masivas, jugó. Lo ha hecho en los 47 partidos del curso. Es inagotable.
Más que un Halcón, Fede Valverde parece un tiburón blanco. Como los escualos, fisiológicamente no puede dejar de nadar. En su caso, volar. Da igual el trote que acumula esta temporada el charrúa y que el Madrid fuera ganando en Anoeta con más de tres cuartes partes de su nombre en el trofeo de ganador de esta Liga. Valverde, sea la circunstancia y aunque esté en el banquillo de inicio, juega.
Lo hecho en todos los partidos de esta temporada. Los 47 oficiales del equipo: estas 33 jornadas de Liga, los diez duelos de Champions, los dos en Copa del Rey y otros tantos en la Supercopa en Arabia Saudí. Por si había dudas, con Uruguay también tiene el pie a fondo en el acelerador. Los siete partidos de la Celeste han contado con su Halcón y el capitán uruguayo (lo es con plena asunción de poderes y brazalete desde marzo del año pasado) no defraudó. Actuó en todos y al completo, sin ser sustituido.
Valverde va a por el pleno en Liga, el campeonato de la regularidad por excelencia, el 38 de 38, y no es sencillo tratándose de un futbolista de campo. El último en jugar una Liga entera fue Courtois (2020-21) pero es portero. Para encontrarse un caso asimilable al del medio charrúa, hay que acudir a la campaña 2011-12, la denominada Liga de los Récords, en la que Cristiano no faltó a ninguna cita liguera. El ironman portugués y máximo goleador de la historia del club llevó en volandas a su Liga número 32 con 46 goles. Aún así, sus 55 partidos oficiales con el Madrid no fueron pleno absoluto: no participó en dos encuentros de Champions y la vuelta del primer cruce de Copa.
Más cerca se quedó Raúl en la 1996-97. Tras completar todo un reto, una Liga de 42 jornadas (aquella temporada la disputaron 22 equipos en Primera), en un Madrid fuera de competiciones europeas (la última vez en su historia), sólo el descansar en la vuelta de la primera ronda copera (contra el Salamanca) le privaron del pleno total. Se quedó en 47 de 48. Para encontrar al madridista en conseguir la hazaña más reciente hay que acudir a los prodigiosos números de Míchel en la temporada 1986-87. Fueron de vértigo: le metió a las piernas los 58 partidos oficiales del Madrid y de bonus, diez más con la Selección. Y aún más, los 58 como titular.
Este Valverde que a su esfuerzo inacabable le ha recuperado el gol no podrá igualar esa cantidad, porque al equipo blanco le quedan en el mejor de los escenarios, estar en Wembley, ocho partidos. Aún así el reto está servido: si consigue el 55 de 55 será el primero en Chamartín en apuntarse un pleno en este siglo.
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