Una liga sin paciencia
La salida de Mendilibar es la tercera destitución en el campeonato español. Hasta la fecha, LaLiga es la competición con mayor número de despidos de las cinco grandes ligas.
Una nueva parada en doble fila en el viaje del curso liguero. Otro alto, otro parón internacional. El segundo de la temporada, pero no el último del año. Un período en el que se deja de lado la competición doméstica y el foco alumbra al fútbol de selecciones. Dos semanas en las que, para los clubes, las miradas pasan del verde, a los banquillos. Como si de un examen final se tratase, las directivas ejercen de profesorado, mientras que los entrenadores lo hacen como alumnado. Una evaluación con nota de la actuación hasta la fecha de la temporada en la que, como en toda clase, hay sobresalientes, aprobados y suspensos. Y, precisamente en ésta última terna y, a pesar de contar con tan sólo ocho jornadas de campaña, ya encontramos hasta tres nombres propios que no han pasado el corte. Son el caso de Quique Setién, en Castellón, Vicente Moreno, en Almería, y José Luis Mendilibar, en Sevilla.
Sin llegar siquiera al tercio de curso, Villarreal, Almería y Sevilla son los tres clubes que han optado por cambiar su hoja de ruta inicial y prescindir ya de sus respectivos técnicos a los que entregaron las llaves del proyecto a principio de verano. Una planificación deportiva al traste, porque son los resultados los que juzgan, y no las sensaciones. Así, las directivas de los tres equipos han encontrado su vía de escape en un cambio de cromos en los banquillos para intentar cambiar la dinámica del club y revertir la situación. Pacheta llegó al ‘Submarino’ amarillo, mientras que Gaizka Garitano se ha hecho cargo de los almerienses. En Nervión, a contrarreloj. Tras el último empate frente al Rayo, el club hispalense decidió prescindir de los servicios de un Mendilibar que resurgió al Sevilla el ejercicio pasado sacándolo del infierno del descenso para llevarlo a tocar el cielo de una nueva Europa League en Budapest. Ahora, los andaluces, ya han encontrado sustituto al de Zaldibar. El elegido, Diego Alonso.
A las tres destituciones ya confirmadas, hay otros dos nombres propios que resaltan y que se encuentran al filo de la navaja, en estado crítico. Dos casos en interrogante, entre el aprobado raspado y el abismo del insuficiente. Son los de Pacheta en el Villarreal y Rafa Benítez en el Celta de Vigo. La llegada del burgalés al banquillo ‘groguet’ no ha tenido ni mucho menos el efecto deseado y, con sólo dos triunfos en los siete encuentros al frente del ‘Submarino’, su futuro es una incógnita. Los resultados no llegan, La Cerámica se impacienta y el nerviosismo se ha apoderado del club. Similar situación en Balaídos. En la temporada del Centenario, la ilusión en Vigo se ha convertido en incertidumbre. El madrileño se hizo cargo del Celta este mismo verano, pero el experimentado entrenador no ha logrado dar con la tecla. Con un sólo triunfo en liga, los celtistas se encuentran en puestos de descenso y el puesto de Benítez se tambalea de lado a lado.
Así, este parón internacional llega en un momento en el que LaLiga se ha erigido ya como la competición de las cinco grandes ligas que más destituciones suma hasta la fecha. Con tres, el campeonato español supera a la Ligue 1 que encadena dos (Laurent Blanc, del Lyon, y Marcelino, del Marsella). Además, este alto en el fútbol a nivel nacional se ha consagrado como el filón de los despidos y, en la liga española, el Puente del Pilar es sinónimo de cambios de entrenador. Mientras que en la temporada 2021/22 fueron Paco López (Levante) y Míchel (Getafe) los sacrificados, el curso pasado fue el turno de Francisco (Elche) y Julen Lopetegui (Sevilla). De esta manera y, a velocidad de crucero, LaLiga sigue el mismo guión que la campaña anterior, dónde, sin tener en cuenta los técnicos interinos, fue el segundo torneo con mayor número de destituciones (11), igualando a la liga francesa y sólo superada por una Premier League (13) que batió todos los récords.
Al límite del centenar
Echando la vista atrás y tomando como referencia los últimos diez cursos en LaLiga, los datos son aún más clarividentes. En la ‘pole’ y, a kilómetros del resto de competiciones ligueras, el campeonato español domina el número de destituciones. Hasta 97 han sido los cambios de entrenador que se han producido en nuestro fútbol en la última década. Casi nada. Y, al casi centenar de ceses, hay que añadir uno más que confirmado una vez concluya la presente temporada, pues la segunda aventura de Carlo Ancelotti en Concha Espina tiene fecha de caducidad. Brasil, su destino. El técnico italiano dio el “sí” a una ‘canarinha’ que liderará en la próxima Copa América 2024.
Si el Atlético es la cara, el Valencia es la cruz. Los colchoneros son el único club de Primera que no ha cambiado de entrenador en la última década y Diego Pablo Simeone es ya el técnico que más encuentros ha dirigido en la historia de la entidad rojiblanca. El argentino debutó en enero de 2012 en La Rosaleda y, a pesar de tener contrato hasta junio de 2024, su renovación parece estar más que encarrilada. En el Metropolitano reina la calma, mientras que en la capital del Turia todo es caos. El club ché se ha convertido en una trituradora de entrenadores y, en los últimos diez años, encadena hasta 12 técnicos diferentes. Unos registros que ejemplifica a las mil maravillas la delicada situación que atraviesan en un Mestalla siempre exigente. Ahora, con Rubén Baraja a los mandos, un Valencia con hambre de volver busca sosiego entre tanta tormenta.
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