Una duda central
Sin Militao para todo el curso, ante Las Palmas cayó Alaba y, aunque apunta a Girona, Rüdiger se fue ‘tocado’. Sin percances queda Nacho y muchas opciones: Marvel, Mendy, Tchouameni...
El Real Madrid encara en los próximos días tres retos de altura, especialmente los dos primeros: le toca ir a Montilivi para jugar ante el Girona, sorprendente líder de la Liga tras sacar 19 puntos de 21 posibles hasta el momento, en un estadio que además se le ha dado mal, con dos triunfos y dos derrotas en cuatro visitas, habiendo caído 4-2 el curso pasado; luego tiene que viajar a San Paolo, ahora Diego Armando Maradona, para medirse con el Nápoles, el otro coco del grupo de Champions League, que ahora atraviesa momentos de incertidumbre pero que hace no tantos meses ganó con brillantez la Serie A; y para cerrar la próxima semana antes del parón de selecciones, recibe a Osasuna, vigente subcampeón de Copa del Rey.
Tres duelos de altura para mantener el pulso en Liga y no descarrilar ni un centímetro en Champions. Los encarará con mejores sensaciones tras vencer 2-0 a Las Palmas en casa, quitándose parcialmente el malísimo sabor de boca que le dejó el derbi del Metropolitano (derrota por 3-1). También con buenas noticias en el ataque, como el descanso de Bellingham ante el equipo canario para ganar impulso o el retorno de Vinicius, recuperado de su problema muscular; pero a todo ello hay que añadir un potencial problema en el centro de la zaga de enorme dimensión. Un problema central.
El Madrid contaba con cuatro centrales cuando arrancó el curso: Militao, Alaba, Rüdiger y Nacho. Pero el primero duró poco, tras la primera jornada se lesionó de gravedad, con una rotura del ligamento cruzado anterior que le tendrá fuera todo el curso, igual que Courtois. Sucedió aquello a mediados de agosto, con margen para maniobrar y con el Madrid habiendo cerrado la llegada de Kepa casi al mismo tiempo. El puesto de central era diferente y desde el club se decidió no acudir al mercado para cubrir esa baja, confiar en los tres centrales restantes y en la cantera si, llegado el caso, había que tirar de ella.
Y ese momento puede haber llegado, porque el duelo ante Las Palmas pasó una factura terrible al Madrid en ese sentido: Alaba se fue lesionado, con un problema en el abductor sin nombre concreto aún (se someterá este viernes a una resonancia para determinar el alcance de la dolencia), pero que seguro le dejará fuera para los próximos partidos; y a eso se sumó una molestia de Rüdiger en el zona alta de uno de sus gemelos, a la altura de la rodilla derecha. Por suerte, en la primera revisión no se apreció gravedad y, si todo sigue su curso, estará disponible para el Girona tal y como ha anunciado Ancelotti. Aunque queda la duda de su estado físico tras el susto y el escaso descanso entre partidos. Sin olvidar que no entrenó a dos días de Montilivi y el martes toca viaje Champions a Nápoles...
Marvel, Mendy o Tchouameni
Sólo hay una certeza total: Nacho. El primer capitán se quedó un curso más sabedor de que llegarían las ocasiones para él, como siempre ha pasado, pero la pinta ahora es de que le va a tocar llevar los galones que, habitualmente, portan otros. Y luego, dependiendo de la evolución de Rüdiger, se abre un abanico de potenciales acompañantes o alternativas, todos con su dosis de riesgo. La opción lógica sería tirar de la cantera, en la que el destacado es Marvel, del Castilla, toda vez que el central que ven con más potencial en el Madrid, Rafa Marín, está cedido en el Alavés. La entrada de Marvel en la próxima convocatoria es prácticamente segura; su participación es otra historia.
Porque Ancelotti no es amigo de tirar de la cantera porque sí, o con facilidad; valora la experiencia por encima de muchas otras cuestiones y también ser parte de la plantilla a tiempo completo, de ahí que, en caso de necesitarlo, sea fácil imaginar que busque centrales de emergencia en la plantilla. Mendy, un excelente defensor, asoma como primera opción; ya jugó ahí con Zidane, si bien lo hizo en una zaga de tres centrales, como central izquierdo, tapando la espalda de un Marcelo que ya apenas corría para atrás. Y la otra opción con papeletas es Tchouameni, imitando lo que ya hizo también Zidane en su día, colocando a Casemiro de central en momentos de necesidad. El francés es un experimentado recuperador, pero no destaca por su velocidad, una cualidad impepinable para un defensor del Madrid, que acostumbra a dejar metros y metros a la espalda de los centrales.