Una defensa con grietas
Pese al 1-3 en Almería, el Real Madrid volvió a sufrir demasiado atrás, como en pretemporada. Lunin tuvo que hacer siete paradas. El gol de cabeza de Arribas preocupa...
El Real Madrid transita viento en popa hacia el nueve de nueve en estas primeras tres jornadas de Liga todas a domicilio, pero asoma una vía de agua que Ancelotti creía haber taponado. El equipo blanco retornó de Almería con el triunfo pero sucedió lo que no quiere Carletto: un despiste defensivo costó un gol y comprometió el resultado. Los fantasmas de la más que porosa defensa blanca en pretemporada (el 3-0 del Barça, el 3-1 de la Juventus...) regresan con ese tanto de Arribas que genera incertidumbre por un triple motivo. Era prácticamente la primera jugada del partido, se produjo en un centro lateral cómodo de Robertone con cabezazo a gol de un futbolista rival de apenas 1,72 metros de altura y a ese jugador, el excastillista Sergio Arribas, le conoce de sobra la defensa madridista... El Bellinghamsistema entró luego en ebullición y el Madrid remontó, pero le tocó remar contracorriente fuera de casa casi desde el pitido inicial. Demasiada ventaja al contrario para los gustos de Ancelotti.
“Los problemas en defensa son un problema de colocación, de concentración y de actitud”, analizó el italiano como repaso final de la pretemporada blanca. Lo repitió varias veces, y esa semana de trabajo en Valdebebas antes del debut en Bilbao le permitió corregir, aparentemente al menos, buena parte de ese entuerto. Almería vuelve a poner en alerta a Ancelotti por ese gol tempranero y la sobreexposición de Lunin. El ucranio, en el que debía ser su último partido antes de que Kepa tome las riendas de la portería en Vigo, se vio mucho más exigido que en San Mamés. El Almería disparó hasta veinte veces y obligó a Lunin a tener que hacer siete paradas, de distinto mérito. Lo relevante es el volumen.
El Madrid lució antes del partido una camiseta con mensaje para Militao (’¡Mucha fuerza, Mili!’) y parece que, en cierto modo, también sigue bajo el shock de perder al brasileño. Por las entretelas de Rüdiger y un repliegue lento de Kroos se coló el gol almeriense y Lunin, en ese momento, aún estaba frío pese al calor en el Power Horse Stadium.
El Madrid tuvo otro tramo de desconexión. Inmediatamente después de la pausa de hidratación, el Almería comenzó a llegar en oleadas. Lunin tuvo que hacerle un paradón a Baba en el minuto 34, Robertone le probó de nuevo en el 36′ y un minuto más tarde, Chumi. En el 41′ volvió a generar el equipo indálico una ocasión con Robertone en la que tuvo que intervenir con acierto el guardameta ucranio. Casi nueve minutos de corte del cableado blanco, con la defensa y Lunin sacando balones como buenamente pudieron. Ancelotti tomó nota. Para Vigo, la defensa blanca volverá a pasar un examen también interno.