Una carrera por Europa... y el pichichi
El Girona, que mira a la Champions, y Osasuna, a la Conference, se encomiendan a Dovbyk y Budimir. Ambos llevan 14 tantos en Liga, dos menos que Bellingham.
Sábado al gol. En Montilivi se dan cita, a partir de las 21:00, Girona y Osasuna. Los dos conjuntos quieren seguir su camino hacia Europa, los rojiblancos hacia la Champions y los navarros hacia la Conference, y se encomiendan a sus delanteros: Artem Dovbyk y Ante Budimir. La racha de uno no es igual que la del otro porque mientras que el ucraniano lleva cinco jornadas sin marcar ni asistir, el croata ha festejado cuatro tantos en los últimos cuatro encuentros. Eso sí, a estas alturas de Liga llevan los mismos 14 goles y en el centro de la diana de ambos está el pichichi: Jude Bellingham solo les saca dos (16). Y el madridista va a estar dos partidos sin jugar por sanción (sigue el partido en directo en AS.com).
El Girona, como Dovbyk, no pasa por su mejor momento. Ha perdido tres de los últimos cuatro duelos (todos a domicilio) y espera que el calor de Montilivi le devuelva la alegría. Como mínimo, la afición estará de su lado porque hace días que se colgó el cartel de ‘no hay billetes’. La campaña del conjunto rojiblanco está siendo de ensueño y el lazo sería la clasificación para la Champions. Las miradas, más que hacia el Barça y Atlético, están en el Athletic, que es quinto y se encuentra a nueve puntos. La única manera de alejar los fantasmas y el miedo es ganando y en ello están en Girona. Y para ganar confianza, un dato: no ha perdido ninguno de sus últimos nueve partidos de local (siete triunfos y dos empates) y encadena dos porterías a cero.
Pero si se habla de rachas, más actual y feliz, es la de Osasuna. Enlaza cuatro jornadas sin caer (tres victorias y un empate) y quiere que Budimir le siga iluminando el camino hacia Europa. El croata, que ha igualado la marca anotadora de Iván Rosado en la campaña 2000-01, volverá a actuar enmascarado por su fractura en el seno maxilar derecho. Ello no le resta visión ni olfato. Además, tiene un muro por detrás. La solidez defensiva ha sido una de las claves para recuperar el nivel y es que los de Arrasate solo han encajado un gol en sus cuatro últimos partidos, teniendo la irrupción de Herrando como una de las grandes noticias de esta segunda vuelta.
Si algo se puede considerar de Girona y Osasuna es que son equipos de autor. Qué importante es, en el mundo del fútbol, la paciencia y la confianza. Si no que se lo digan a estos dos clubes. Cuentan con entrenadores a los que les han dejado tiempo, espacio y galones suficientes para construir proyectos que están siendo ganadores en Primera. Míchel tiene a su Girona en la lucha por la Champions y Arrasate (el pasado lunes logró su victoria 100 en Primera con la entidad rojilla) está volviendo a situar a Osasuna a las puertas de la Conference (objetivo que el curso pasado se le escapó en una previa a la que accedió tras ganar al Girona en la última jornada de Liga). Ambos lo están haciendo con estructuras sólidas, plantillas con sentimiento de pertenencia hacia sus colores y practicando un fútbol vistoso. Partido gigante para objetivos que traspasan fronteras.
