Una caldera llamada Zorrilla
El estadio vibrará desde varias horas antes de que Real Valladolid y Getafe se jueguen la permanencia con acciones como una concentración motera.
Zorrilla se ha acostumbrado en las últimas temporadas a vivir finales para la consecución de los objetivos del Real Valladolid. Hace algo más de dos años, el conjunto todavía dirigido por Sergio González buscó la permanencia en la soledad de la grada, una situación muy diferente a la que vivirá este domingo. El estadio estará a rebosar, después de colgar el cartel de “no hay entradas” el miércoles. Al lleno se le sumarán diferentes acciones con las que el club y la Federación de Peñas han buscado que la gente se vuelque desde horas antes del inicio del duelo ante el Getafe.
Además de la habitual ‘fan zone’, que abrirá sus puertas a las 18:30 horas, está previsto un corteo motero desde el hotel Santa Ana hasta el estadio, desde las 19:00 horas, cuando se prevé que el autobús del equipo parta en dirección a Zorrilla. Allí, un cuarto de hora más tarde, multitud de almas bramarán para dar el primer empujón en dirección a gol en el clásico recibimiento, que se producirá a las 19:15 horas. Quedará tiempo, uno para el que la entidad ha previsto varias actuaciones en la zona habilitada para el público calentar motores. Todo antes de entrar con tiempo para animar desde el calentamiento.
La recomendación de anticipar la llegada al estadio, con todo esto, es mayor si cabe en esta ocasión, aunque aquellos a los que les guste apurar deberán tener en cuanta las obras en las inmediaciones del estadio o posibles aglomeraciones en los accesos. No en vano, se espera un lleno, si no absoluto, casi, estando garantizado que, una vez más, como casi durante toda la temporada, Zorrilla superará los 20.000 espectadores. El ambiente será otra vez espectacular, pero, por si hay algún despistado, el Real Valladolid ha animado a que todo el mundo acuda con alguna prenda violeta para dar un colorido mayor si cabe del habitual, intentando que, todo uno, sirva para marcar el primer gol que lleve a los blanquivioletas hacia la permanencia.