Un Sevilla en los huesos
La pésima campaña obligará a club nervionense a recortar su masa salarial hasta los 100 millones de euros, o menos. Hace un año era de casi 200 millones.
Las victorias llegan bajo la batuta de Quique Flores y el Sevilla se acerca a la permanencia, pero la ausencia de competición europea del próximo año, unida a la mala campaña continental éste y a las deudas acumuladas provocan que se plantee un futuro no demasiado halagüeño para el club de Nervión, que a partir de junio deberá atarse el cinturón como no ha acostumbrado en sus últimas dos décadas de gloria. El Sevilla, cuyo récord de límite salarial se sitúa en casi 200 millones de euros (199,855) hace apenas unos meses, en enero de 2023, deberá recortar esa cifra a la mitad. Unos 100 millones.
Esto equiparará el coste de la plantilla blanquirroja con la de otros clubes como el Athletic (actualmente, 100,61), Betis (93,241) o Valencia (85,528). En este invierno, LaLiga ya bajó hasta los 152,286 el límite del Sevilla, que se encuentra sobrepasado. Se acumula un déficit de 84 millones de euros en los tres últimos ejercicios, que subirá después de esta mala campaña en Europa. El actual equipo es insostenible.
La dirección deportiva de Víctor Orta ya comenzó a ajustar su presupuesto el pasado verano con las rescisiones de Papu Gómez, Tecatito Corona e Idrissi, así como con las marchas de Fernando Reges e Ivan Rakitic en el mercado invernal. Varios de ellos estaban entre los que más costaban del equipo. Jesús Navas, si sigue, lo hará a un precio mucho menor que el actual. Y lo que se invierta en nuevos jugadores será mucho menos que antes. Se buscan futbolistas que acaben contrato y no tengan unos emolumentos demasiado importantes.
Rafa Mir, Januzaj y Joan Jordán, todos con fichas muy altas, tienen la puerta de salida completamente abierta. Tampoco hay perspectivas de renovación para Lamela y para Óliver Torres, que concluyen su vinculación en junio. Jugadores como Ocampos, Acuña y En-Nesyri, que terminan contrato en 2025, son todos carne de traspaso. Igual ocurre con otros como Dmitrovic, Marcao o Nianzou, aunque en estos casos parece más difícil obtener algo o al menos recuperar la inversión.