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ALEMANIA

Un hueso para el Madrid

El Eintracht llegará a la Supercopa de Europa más rodado que los blancos, con dos partidos oficiales en las piernas, tras un verano con diez fichajes.

Eintracht Frankfurt celebrando un gol.
Instagram - Eintracht

El 10 de agosto, los focos del fútbol apuntarán al Estadio Olímpico de Helsinki. Real Madrid y Eintracht Frankfurt se juegan la Supercopa de Europa. El favoritismo es merengue, pero Las Águilas contarán con una ventaja para nada baladí cuando la temporada apenas amanece, su mayor rodaje. Si los de Ancelotti han limitado su preparación a los tres amistosos ‘americanos’ frente a Barça, América y Juve (siempre que no pauten alguno en Valdebebas a puerta cerrada, práctica habitual en veranos anteriores), los de Glasner llegarán con seis partidos en las piernas. Dos de ellos oficiales: Magdeburgo en Copa y la primera jornada liguera, contra el Bayern el 5 de agosto. Ese último choque ante los bávaros será un examen para medir el nivel francfortés. En Chamartín estarán atentos.

Las señales deslizadas por los campeones de la Europa League en la pretemporada son ilusionantes para su hinchada, con tres victorias ante Viktoria Aschaffenburg (0-1), Torino (3-1) y Astoria Waldrof (0-5) y un empate contra el LASK (0-0). Brotes que germinan tras un verano de lo más agitado, con diez fichajes que ilustran la ambición del proyecto. Además, apenas han tenido que invertir 26 millones de euros en todos ellos. Una mezcla de veteranía y juventud con Jens Petter Hauge (22 años), que convenció el curso pasado (estuvo cedido en la segunda vuelta y se ganó el desembolso definitivo) como bandera de los noveles y Mario Götze (30) de los veteranos. El ex del Milán es una de las grandes promesas del incipiente fútbol noruego y uno de los socios predilectos de Haaland en su país. Ahora en la absoluta y en el pasado en categorías inferiores. En el Mundial Sub-20 de 2019, el cyborg del City marcó nueve goles en un 12-0 a Honduras. El nuevo extremo derecho del Eintracht le sirvió cuatro asistencias. En San Siro no se asentó y ahora espera usar la Bundesliga como trampolín, como también hizo Erling...

En el otro extremo encontramos a un Götze que no ha tardado en asumir galones. “Todos se fijan en él”, dijo su entrenador tras su estreno contra el Torino. Partido donde, tras ingresar en el segundo tiempo, empezó a mostrar detalles de por qué fue hace no tanto una de las promesas de crack más incipientes del continente. En el Dortmund subió peldaños a todo tren hasta fichar por el Bayern en 2013, donde su estrella comenzó a apagarse. Volvió al Signal Iduna Park en 2017, pero no fue el mismo. Entre medias tuvo tiempo de anotar el tanto que convirtió a la Mannschaft en campeona mundial en 2014. En 2020 aparecía el PSV como ocasión balsámica y el mediapunta renació en la Eredivisie.

Lucas Alario (29) es el otro refuerzo experimentado del equipo alemán y aportará su olfato más que probado en Alemania (58 goles en cinco temporadas en el Bayer Leverkusen). Mientras que el prometedor central croata Smolcic (21) o Kolo Muani (23), que viene de marcar 13 goles el curso pasado con el Nantes de la Ligue 1 y llega a coste cero, aportarán savia nueva a un plantel que ya contaba con futbolistas de primera línea (no han sufrido ninguna pérdida reseñable) como Ndicka (22), Sow (25), Kamada (25) o dos de los grandes protagonistas de la Europa League: Kostic (29) y Santos Borré (26). Al serbio le pretende el West Ham y podría, de paso, hacerle un favor al Madrid. Con o sin el extremo de Kragujevac, el Eintracht amenaza con ser un hueso para Ancelotti y sus chicos.