Un homenaje único
Sergio Busquets tuvo el homenaje que cualquier futbolista soñaría. El presidente resaltó irónicamente su labor ‘fiscal’ con sus compañeros.
Si un futbolista pudiera diseñar la despedida perfecta, probablemente sería muy parecida a la que el FC Barcelona dispensó a su capitán Sergio Busquets en un acto emotivo, divertido, dinámico, familiar y que resumió toda una vida de blaugrana. Dicen los cínicos que cuando tanta gente habla tan bien de uno se convierte en sospechoso, pero con Busquets parece (y seguramente lo es) que todo es insultantemente perfecto.
El Barcelona estuvo perfecto en la despedida de un jugador que ha sido perfecto en el proscenio, en las tablas y en el mutis. Algo que está sólo al alcance de los mitos.
Puede que Busquets haya sido un tanto lejano y habitara en un segundo plano a la vista de los mortales, pero ante los suyos se desnudó gracias a un maestro de ceremonias como Dani Martínez que estuvo estupendo y que supo contemporizar entre la coña marinera y que tocó la fibra cuando era necesario. Ni gritó ni llevaba gorra, algo que le daba ya cien puntos extra de entrada.
No faltó nadie a la despedida institucional de Busquets y entre todos descubrieron que Busi es “el poli” dentro del vestuario y hasta consiguió que Ousmane Dembélé reconociera que tenía en Sergio su peor pesadilla. Laporta dijo “se nos va la pasma que tenía controlado al vestuario”. Xavi reconoció que “como policía no tendría precio” y Carles Puyol explicó que nunca dudó en que su brazalete tenía que pasar a Sergio y que fue el propio Puyol el que le pidió que heredara su dorsal ‘5′.
Poca gente como Busquets es capaz de congregar en un acto de despedida en el Camp Nou con los tiempos que corren a todos los protagonistas de la historia reciente del club, dando igual cómo se hubieran marchado. De Piqué, que no tenía ni idea de que tenía que subir al escenario y que acabó explicando como cuando él le llenó la taquilla de Cola-Cao a Sergio y él al día siguiente le tiró bombas fétidas en el coche, a Pep Guardiola y Luis Enrique pasando por Leo Messi. Y todos y cada uno de los que compartieron y comparten vestuario con él. A nivel directivo fue otra cosa. Pocos expresidentes asistieron al evento.
Entre las frases destacadas, la mejor sin duda fue el desafío de Pep Guardiola, que en el vídeo que le mandó a Sergio le recordaba el pasado y le lanzaba un reto para el futuro: “Sólo tú y yo sabemos de qué va esto, de jugar en Premià, La Pobla de Mafumet, Reus, Mataró… en campos de césped artificial o de tierra. Ahí me hiciste ser buen entrenador y empezamos a ganar. Aquí te espero aguardando el momento en el que nos enfrentemos en los banquillos. Y que sepas que te ganaré, taparé a tu medio centro y te robaré el balón”.
Xavi le recordó en broma como “el único jugador más lento que yo” y Luis Enrique le definió “como la mejor persona que me ha encontrado como entrenador y como barcelonista”.
Busquets cerró el Camp Nou, pues su homenaje es el último acto que acoge el estadio barcelonista. Ni el escenario ni el personaje merecían menos.