Un derbi de remordimientos
En Heliópolis reina la insatisfacción por la oportunidad perdida en el derbi ante el Sevilla. Pellegrini ya mira al Valencia para encarar el parón en la zona Champions.
El Betis cierra el capítulo del derbi con la sensación de haber dejado escapar un tren triunfal contra su eterno enemigo y la oportunidad de asaltar la tercera plaza liguera. Tuvo instantes de brillo y otros de vértigo. Los de Pellegrini se encontraron con un escenario propicio para llevarse los tres puntos cuando se colocó con el marcador a favor y con un jugador más sobre el césped. Ahí se disparó a sí mismo. Erró ante Bono dos ocasiones providenciales, Fekir y Borja Iglesias se quedaron sin capacidad de medir al ser expulsados y la resistencia posterior sólo se derrumbó con el misil de Gudelj. Hay demasiado tiempo por delante para hacer cuentas de Champions. Lo sabe Pellegrini y también un equipo cuya espina clavada se sostiene en haber firmado otro derbi repleto de remordimientos.
La pasada de frenada de Borja Iglesias y el movimiento de codo de Fekir resultaron esenciales en la resolución del duelo. Pero hubo más detalles que marcaron la escena del Villamarín. Futbolistas como Canales y Guido se quedaron casi sin aire, Edgar se agigantó en cada balón que llegó a su área y Luiz Henrique desafió al rival en una batalla demasiado solitaria para ser exitosa. Pellegrini sigue sin ganar un derbi liguero al Sevilla tras un choque que había disparado todas las expectativas. El estado de decepción es una realidad. Todo ello a las puertas de un parón mundialista que colocará un nuevo punto de partida sobre la mesa.
El Betis mira al Valencia para cerrar este primer tramo de campaña con sensaciones dulces. Una victoria en Mestalla le entregaría al equipo de Manuel Pellegrini un sitio garantizado en la zona Champions para el cierre de año. Tendrá las bajas que resultan consecuencias del derbi ante el Sevilla, por lo que su filosofía de rotaciones volverá a escena de manera casi obligada. En el plantel, se trata de poner el punto y final a la cita del domingo a sabiendas que puede tratarse de un punto de inflexión que no debe cambiar la senda positiva. “El equipo siempre da la cara, hay que seguir”, aseveró Guido tras el empate ante el Sevilla. Los remordimientos ya son pasado.