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ATLÉTICO

Un Atleti mejor que en noviembre

Los rojiblancos llegan al ecuador de LaLiga con mejores sensaciones que al parón por el Mundial, aunque se hayan quedado también fuera de Copa.

Actualizado a
Alegría del Atlético tras marcar el 0-1 Saúl a Osasuna. Toca hacer recuento por segunda vez.
Oskar MonteroDiarioAS

Por segunda vez esta temporada, al Atlético le toca hacer inventario. Qué suma, qué resta. La primera fue en noviembre, justo antes del parón obligado en las ligas porque se jugaba el Mundial de Qatar. Y, entonces, tenía el Cholo poco que apuntar en la columna del más. Por primera vez en una temporada completa de las once con él, fuera de Europa, de todas las Europas posibles, Champions y Europa League. Y era noviembre. Los nervios que siguieron a los partidos que les dejaron nada ante Leverkusen, el que marcó matemáticamente la eliminación de la Champions, y Oporto, Europa League, marcaron las derrotas ante Cádiz y Mallorca, el empate ante el Espanyol. Aquello contagiado a esto, LaLiga. La Real Sociedad se escapaba junto a Barça y Madrid. De los puestos de Champions solo quedaba uno que los rojiblancos debían competir con Betis, Villarreal y demás.

El ecuador de LaLiga ha llegado con un Atleti mejor aunque con una competición menos por luchar. La Copa, apeado el jueves por el Madrid en los cuartos. Ese es lunar pero las sensaciones parecen al fin otras de verdad. Un Atleti más sólido, aunque le siga faltando finura en los últimos metros, al menos no muestra la fragilidad de septiembre a noviembre y Simeone ha sumado a la lucha a futbolistas que se van ganando el perdón como Rodrigo de Paul.

Un Rodrigo de Paul que, pitado a rabiar en el Metropolitano, completó en El Sadar un partido a la altura del título que ganó en diciembre: campeón del mundo con Argentina. Un De Paul que no solo asistió a Saúl en su gol, también fue el rojiblanco que más pases buenos dio (52, igual que Koke), con más en campo contrario (30) y segundo en recuperaciones (8), un apartado en el que solo le supera Hermoso. Y el del central es otro nombre en verde en los últimos tiempos. Titular ante las bajas reincidentes de Savic y Giménez ya lo es por derecho propio. Atenuados sus errores, sobresale de vuelta a su mejor versión. Impecable en defensa y con una personalidad que hace que su voz sea una de esas que se escuchan, que sobresalen en los momentos difíciles para tirar de los demás.

Oblak, Barrios y Grizi

Oblak recupera milagros y, aunque el Atleti sea el único equipo al que en media Liga jugada no le hayan pitado un penalti a favor, se afianza en esos puestos Champions aunque le falte un goleador. João no era feliz y se fue, Cunha tampoco y también, el primero dejó goles en sus últimas semanas, el segundo ni eso. A cambio llegó Memphis, que poco a poco irá sumando minutos mientras recupera la forma. Terminar en ese lugar, los cuatro primeros, se ha convertido en el reto, en el título por ganar, aunque no quede en un palmarés, cimenta. Tantas veces pareció tan fácil con el Cholo, limados los dientes de sierra de tantos años que le precedieron, éste no se puede escapar. Todos los futuros dependen de eso. El del entrenador incluido. De no entrar en Champions las partes, técnico y club, están conminadas a hablar aunque al Cholo aún le quede un año más de contrato.

La irrupción de Barrios y la fiabilidad de Griezmann son las mejores noticias del Cholo. El primero porque desde Lucas ningún chaval derribaba la puerta del vestuario del primer equipo como lo ha hecho él. El segundo porque se ha ganado el perdón de un público que le ha perdonado que se fuera al Barça, con los pitos convertidos en aplausos por su entrega, su compromiso y ese paso atrás en el sistema que le ha descubierto como ese jugador que no solo defiende y juega, también hace jugar. Y mirar el Atleti de frente a eso que le queda en las semanas largas que vienen, sin competición entre medias. La próxima Champions. Y que la temporada que viene no esté tan vacía como esta.