Un año más, Bordalás
El técnico alicantino comenzará la novena temporada en el banquillo del Coliseum.

José Bordalás afrontará en la temporada 2025-2026 su noveno curso como entrenador del Getafe CF, consolidándose como una de las figuras más emblemáticas de la historia reciente del club azulón. Con 304 partidos oficiales al mando del conjunto madrileño, el técnico alicantino ha forjado una trayectoria marcada por la solidez, la identidad de juego y el cumplimiento constante de los objetivos propuestos, entre los que destacan una permanencia inquebrantable en Primera División, un ascenso soñado y una histórica clasificación para competiciones europeas en 2019.
Un comienzo que cambió el rumbo del club
La historia entre Bordalás y el Getafe comenzó en octubre de 2016, cuando el equipo atravesaba un momento delicado en Segunda División. Su llegada supuso un giro radical. Con trabajo, intensidad y una mentalidad competitiva sin fisuras, Bordalás logró cohesionar al equipo y liderarlo hacia el ascenso a Primera vía playoff apenas unos meses después. Aquel fue el primer gran logro de una relación que, con el tiempo, se convertiría en una de las más duraderas y estables del fútbol español contemporáneo.
Pocas veces un entrenador ha logrado dotar a su equipo de una identidad tan reconocible como la que Bordalás ha impuesto en el Getafe. Su estilo aguerrido, basado en el orden táctico, la presión constante y el aprovechamiento de las transiciones ofensivas, ha sido la clave para competir de tú a tú con clubes de mayor presupuesto y plantilla. El Coliseum se ha convertido en una plaza incómoda para todos los rivales, donde ningún punto se regala y cada duelo se disputa como si fuera una final.
Permanencia garantizada: un seguro de vida
Desde su regreso a la élite en 2017, el Getafe no ha descendido. Bordalás ha logrado mantener al equipo en Primera División temporada tras temporada, cumpliendo con creces el objetivo fundamental de la entidad. En una liga tan exigente como LaLiga, donde cada campaña varios equipos históricos luchan por no perder la categoría, el hecho de haber asegurado la permanencia durante tantos años consecutivos habla del mérito del técnico y de la solidez del proyecto que ha encabezado.
Más allá de los resultados, la continuidad y estabilidad del Getafe bajo su mando han permitido al club consolidarse institucional y deportivamente. Bordalás ha sido el ancla que ha evitado tempestades en momentos complicados y el motor que ha impulsado al equipo en sus mejores épocas.
Europa: el premio a la perseverancia
El punto culminante de esta era se vivió en la temporada 2018-2019, cuando el Getafe firmó una campaña extraordinaria que lo llevó a clasificarse para la Europa League, terminando quinto en LaLiga rozando los puestos de Champions League. Fue una gesta histórica para la entidad, que regresaba a competiciones continentales tras más de una década.
En su debut europeo con Bordalás al frente, el equipo no defraudó. Alcanzó los octavos de final de la Europa League 2019-2020, eliminando a rivales como el Ajax antes de caer ante el Inter de Milán. Aquella aventura europea no solo llenó de orgullo a la afición azulona, sino que también consolidó a Bordalás como un técnico capaz de competir al más alto nivel.
Un vínculo más allá del banquillo
La relación entre José Bordalás y el Getafe trasciende los números. Su compromiso, su manera de vivir cada partido y su identificación con los valores del club le han convertido en un referente para la grada y para los jugadores. En tiempos donde la rotación de entrenadores es una constante en el fútbol moderno, la continuidad de Bordalás representa una rara y valiosa excepción.
Su presencia en el banquillo no solo garantiza estabilidad, sino también una filosofía clara: esfuerzo, disciplina, trabajo colectivo y una ambición inquebrantable. Aunque su estilo ha sido objeto de crítica en algunos sectores, nadie puede negar que ha sido eficaz, coherente y fiel a una idea que ha dado frutos.
Rumbo a la novena temporada
Con la vista puesta en el curso 2025-2026, Bordalás afronta el reto de seguir manteniendo al Getafe como un equipo competitivo, difícil de batir y con aspiraciones claras de seguir en la élite. A sus 61 años, el técnico alicantino no muestra signos de agotamiento. Su discurso sigue cargado de energía y sus planteamientos tácticos siguen generando respeto entre sus colegas de profesión.
Para el club, contar con Bordalás una temporada más es una garantía de continuidad y de que el proyecto sigue por un camino firme. Para la afición, es el símbolo de una época dorada. Y para el propio técnico, es una nueva oportunidad de seguir escribiendo páginas en una historia que ya es leyenda.
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