Tregua trampa en el Barça

El día siguiente a la derrota del Barcelona ante el Villarreal en un partido que fue un homenaje al surrealismo y que acabó con Xavi comunicando en sala de prensa que se marchará el 30 de junio, en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí se escenificó un nuevo acto del sainete, que no parece que vaya a ser el último. Se firmó una paz ficticia que se sostiene con alfileres y que hace ganar tiempo a una entidad acorralada. El entrenador ya ha gastado su última bala y ahora ya transita sin red, mientras que el presidente no escondió su disgusto ante la decisión de su técnico, a quien se la acepta por ser quien es, y se mantuvo en un mensaje extravagantemente optimista, con afirmaciones tipo “no descarto LaLiga” y “hay que ponerlo todo en la Champions”.

La jornada dominical en una Ciutat Esportiva contó con muchos periodistas y muchos curiosos. El presidente del Barcelona llegó a la Ciutat Esportiva poco antes de las 11 de la mañana. Lo hizo acompañado de Enric Masip, su asesor de confianza. Xavi llegó poco después y fue el primer miembro de la primera plantilla que acudió a las instalaciones de entrenamiento del Barça. A lo largo de la mañana fueron llegando los jugadores y el resto de miembros de la comisión deportiva, la misma que el sábado por la noche se reunió para reafirmar su confianza en el técnico, 20 minutos antes de que el entrenador les dijera que se iba.

El técnico quiso reunirse antes del entrenamiento con la plantilla, incluido el staff, pero sin la presencia de nadie de la directiva ni del área deportiva, para explicar los motivos que le han llevado a tomar tan drástica y fulminante decisión. Xavi pidió perdón a su equipo por la forma tan precipitada que se había gestionado todo, “lamento que os hayáis enterado de esta forma, pero era algo que tenía dentro desde hace tiempo y que no podía esperar más”, para seguidamente dejar muy claros los motivos de tan inesperada decisión: “Creo sinceramente que es lo mejor para todos; para mí, porque me libero de un peso y para vosotros, porque podréis jugar sin tanta presión”.

El técnico motivó a los suyos recalcando que “somos una familia y todavía hay tiempo para hacer historia, creo que podemos dar un golpe en la mesa y sorprender a los que nos dan ya por muertos”. Mientras Xavi hablaba con sus jugadores, Laporta se reunía con su núcleo duro en otra dependencia. Al finalizar el entrenamiento, le tocó el turno al presidente para dirigirse al equipo.

Laporta y Xavi

Entrenador y presidente volvían a coincidir después de la tensa reunión que mantuvieron el sábado tras el partido contra el Villarreal. Tras la derrota, Xavi atendió a DAZN y ninguna de sus palabras dejó entrever lo que iba a pasar una hora y media después. En ese lapso de tiempo que va del final del partido a la comparecencia del técnico en sala de prensa Xavi se enteró de que la Comisión Deportiva estaba reunida. Entonces, llamó a Alejandro Echevarria, cuñado de Laporta y persona muy cercana a Xavi y presente en la reunión, para comunicarle que quería hablar con el presidente. Fue entonces cuando le transmitió que pensaba anunciar su despedida a final de temporada. El presidente le pidió que no lo hiciera, pero no cedió y realizó la comparecencia de prensa sin ningún directivo presente, reconociendo que los jugadores no lo sabían, y con su mujer y su hermano a su lado.

Hasta ayer por la mañana, el club afirmaba que no estaba prevista ninguna declaración, pero la gravedad de la situación llevó a Laporta a grabar un mensaje emitido ayer por los medios del club. En su mensaje, Laporta reconoce que únicamente ha aceptado la decisión de Xavi “porque es Xavi, es honesto, digno, quiere el Barça y es una leyenda. Sé que estará comprometido. LaLiga está difícil, pero no perdida, no descarto ganarla y hay que ponerlo todo para ganar la Champions, con más compromiso, más carácter y dándolo todo podremos conseguir alguno de los objetivos que nos hemos marcado”. A pesar de reconocer que “la situación no es agradable para nadie” y que “hemos mejorado la plantilla y las expectativas no se están cumpliendo”, apeló a la unión del barcelonismo.

A la salida de la Ciutat Esportiva, Laporta firmó autógrafos y se hizo fotos mientras que Xavi se iba sin pararse. Cada uno por su lado, dejando al club en un equilibrio precario a once puntos del Girona y a 10 del Madrid, diferencia que nadie ha remontado a estas alturas de campeonato. Mientras, el goteo de candidatos al banquillo es imparable (incluido el del filial, Rafa Márquez) y falta por ver la reacción del equipo. Mañana, habla Xavi, pasado, partido ante Osasuna. Continuará.