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Todos preparados para sufrir hasta el final

No puede sorprender. Entraba en todos los pronósticos llegar hasta el último minuto de la última jornada luchando por la permanencia en Primera. Vamos a asistir a uno de los finales de temporada más igualados y con más equipos en peligro de los últimos años a la hora de la lucha por la permanencia. Y el Valladolid tiene que estar preparado para ello. Tanto Pacheta, a lo largo de todo el curso, como ahora Pezzolano, han incidido muchas veces en ese detalle, se va a resolver todo en el último minuto de la última jornada. Y parecemos encaminados a ello. La victoria del martes ante el Barcelona parecía aclarar bastante el panorama blanquivioleta. La lograda por el Getafe en el campo del Betis ha devuelto a los de Pezzolano a puesto de descenso y vuelve a complicar las cosas, aunque el Real Valladolid sigue dependiendo de sí mismo y tienen la salvación al alcance de la mano. Va a depender de que haga dos buenos partidos en las dos jornadas que restan, o al menos uno, dependiendo de los resultados de los rivales.

Porque está todo diabólicamente enrevesado. Pase lo que pase nada será definitivo este domingo para los blanquivioletas. Lo normal es que perdiendo en Almería sigan dependiendo de sí mismos para la última jornada en la que ganando al Getafe lograrían la salvación. Pero en caso de victoria en tierras andaluzas tampoco estarían salvados. Habría que firmar, al menos, un empate ante los de Bordalás en Zorrilla. No es fácil ponerse a hacer cuentas. Lo mejor será salir a ganar ante los de Rubi, sin especular, para analizar el lunes con tranquilidad las opciones de cara a la última jornada. Pero, repito, en Almería ni se bajará ni se logrará la salvación. Lo dicen las matemáticas. Todo quedará para resolverse el 4 de junio. Ese día ya no se podrá fallar. No habrá más balas.

En cualquier caso, creo que el Real Valladolid llega en buena situación para jugarse estas dos finales. El partido decisivo lo jugará ante su público, en su estadio, donde mejor ha rendido esta temporada. Llega con la moral alta tras derrotar al Barcelona y romper esa maldita racha de cinco derrotas consecutivas. No será fácil y hay riesgo de descender, pero ha logrado depender de sí mismo y se la va a jugar ante dos rivales directos, de un nivel similar. Las opciones están ahí. Pero hay que jugar como ante el Barcelona, con decisión, con determinación, con una disposición táctica acertada, con intensidad y buscando el gol. Como volvamos a ver al Valladolid de Cádiz, no habrá nada que hacer. El Pucela llega bastante tocado en el aspecto físico. No hay que ser un lumbreras para darse cuenta del desgaste acumulado y de que la preparación física este año ha sido una asignatura suspendida, pero llega el final y hay que darlo todo ya, hasta que se agoten las reservas. Hay que prepararse para sufrir hasta el último minuto. En estos dos partidos habrá buenos y malos momentos pero no se podrá bajar la guardia ni el nivel en ningún momento. Sabíamos que esto iba a llegar y, sinceramente, creo que todos, club, jugadores, técnicos y aficionados están preparados para la gran batalla. Muchas ganas de que llegue el domingo ya.