Terremoto Güler
El fichaje del turco, que sigue sin poder debutar, se ha llevado por delante al médico jefe del Madrid y justifica el deseo inicial del club de que esta temporada jugase cedido.
Arda Güler asoma como potencial integrante de una lista en la que, seguro, no quiere estar: la de los fichajes del Real Madrid que apenas pudieron rendir debido a las lesiones. Eden Hazard ha sido el último caso, el más clamoroso tras el pago de 100 millones al Chelsea en 2019. El de Güler no está tan condicionado por una cantidad de ese nivel, pero su fichaje el pasado verano a cambio de 20 millones de euros procedente del Fenerbahçe generó un caudal de ilusión que peligra con volverse frustración, dadas las circunstancias: el turco sigue sin estrenarse con el Madrid, ni siquiera en amistosos, y acaba de caer de nuevo con una lesión que le tendrá fuera durante todo noviembre. Está por ver si su debut puede llegar antes de que arranque 2024.
Toda esta situación ha causado un terremoto en el Real Madrid que ya se ha cobrado una víctima: Niko Mihic, el que venía siendo médico jefe del equipo blanco, ha sido relevado de sus funciones. Su situación ya era complicada desde hace tiempo, pues había futbolistas que no terminaban de fiarse de sus opiniones y era habitual que los jugadores consultasen a sus especialistas de cabecera en busca de segundas opiniones. Pero el caso de Güler ha colmado la paciencia en el Madrid: el turco sintió molestias durante el stage de pretemporada en Estados Unidos y, pese a ello, pasaron varias días hasta que una resonancia determinó que tenía una fractura de menisco. Una situación que se agrava con la problemática de esta nueva oleada de lesiones que se ha llevado por delante a Camavinga por dos meses y está por ver por cuánto tiempo a Vinicius en su posible recaída.
Regresó a Madrid y optó por un tratamiento conservador, una decisión en la que el jugador también estuvo de acuerdo, pero poco después, ante la falta de avances en la recuperación, se prefirió pasar por el quirófano para limpiar la zona, aunque ello implicase una baja algo más prolongada. Con todo, acortó plazos y regresó, pero cuando parecía que iba a entrar en su primera convocatoria, sufrió un problema muscular que le volvió a dejar fuera. Un nuevo paso atrás, una nueva recuperación y, al fin, una convocatoria: estuvo en el banquillo ante Rayo y Braga, pero Ancelotti no le veía aún listo y no le hizo debutar.
Y este pasado viernes, de pronto, otro mazazo: rotura muscular en el cuádriceps derecho que le impedía entrar en la lista contra el Valencia. La baja prevista es de un mes y esta nueva lesión se ha llevado por delante a Mihic, si bien en el Real Madrid asumen que en este caso juegan otros condicionantes, como la mala suerte pura y dura y también las prisas del jugador por mostrarse al fin ante un público, el del Bernabéu, ansioso por admirar la depurada técnica del turco. Así las cosas, Güler lo tiene muy complicado para debutar en este 2023 con la camiseta del Real Madrid.
El Madrid cedió con Güler
Y toda esta situación, con su inevitable cuota de desgracia, refuerza lo que era la primera opción que manejó el Madrid para Güler: que siguiese cedido en el Fenerbahçe una temporada más para seguir con su evolución, en un equipo en el que ya era una figura importante a pesar de sus 18 años. Pero ante esta idea el Madrid se topó con la preferencia del jugador, que ya estaba en conversaciones con varios clubes europeos para salir de Turquía, como el Barça (llegó a hablar con Xavi), el Milan, el Benfica, el Ajax y el Sevilla. Güler ya se había hecho a la idea de dar el salto a una liga de mayor nivel y puso como condición ser parte de la plantilla del Real Madrid. Era tal el interés blanco que aceptó, aún a sabiendas de que las oportunidades que iba a tener en este curso iban a ser escasas.
La impresión general en el Real Madrid desde el primer momento fue buena: impresionaba la buena técnica de Güler y su capacidad para imponerla en los entrenamientos, pero también se hacía notar su físico aún muy aniñado, que le impedía competir en el cuerpo a cuerpo con los defensores más potentes. Por eso cuando volvió de su anterior lesión muscular se le programó una mini-pretemporada con la que adaptar su cuerpo a las exigencias del curso oficial, al mismo tiempo que se pretende que vaya creciendo paulatinamente como ya hizo en su momento Rodrygo, otro que llegó de Brasil con un físico muy distinto al que luce hoy.
Pero, esa cuestión aparte, la impresión que Güler ha dejado en el Madrid justifica toda la expectación que ha creado. “Este turco hace cosas increíbles”, comentaba Ancelotti en pretemporada al ver al chico dar sus primeras patadas en Valdebebas, a donde se incorporó renunciando a una semana de vacaciones para poner a tono cuanto antes. Y Kroos resumió bien cómo ha calado en el vestuario: “Tiene un gran talento para su edad, un talento especial. Tiene una zurda muy, muy fina. Y la sacará a relucir muchas veces. Tiene un gran disparo con la zurda, es muy bueno técnicamente, sobre todo en espacios reducidos. Creo que es un fichaje bastante bueno e inteligente, sobre todo de cara al futuro”.
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