“Tchouameni trabaja como nadie; seguro que se ganará su sitio”
Manuel Cordeiro habla para AS del flamante fichaje del Real Madrid, al que tuvo a sus órdenes como segundo entrenador del Girondins de Burdeos cuando el jugador tenía 19 años.
Manuel Cordeiro (Faro, Portugal, 26-8-1983) forma parte del cuerpo técnico de Paulo Sousa desde hace una década. Juntos han recorrido medio mundo: Videoton, Basilea, Fiorentina, Tianjin Quanjian, Girondins, la selección de Polonia y, hasta hace unas semanas, el Flamengo. En Burdeos, como segundo entrenador, Cordeiro tuvo a sus órdenes a Aurélien Tchouameni cuando el flamante fichaje madridista, aún con 19 años, comenzaba a abrirse paso en la Ligue 1.
—¿Cómo era ese Tchouameni que encontraron en el Girondins?
—Él había empezado jugando con Poyet. Era un chico físicamente impresionante, pero no se manejaba bien a la hora de interpretar el partido sin balón. Eran errores más de manejar los tiempos que otra cosa, porque después ante el rival no tenía dificultad: defensivamente resolvía todos los problemas. Con el balón en conducción o en el último pase arriesgaba poco, era un jugador que intentaba ser lo más correcto posible sin cometer muchos errores. Pero sí tenía ya mucha llegada al área.
—¿En qué destacaba?
—Lo que hacía diferentes a Aurélien, y también a Koundé, que son los dos de la misma edad, de los otros chicos de la cantera del Girondins es que les encantaba trabajar. Tenían siempre unas ganas enormes de aprender. El físico ya lo tenían increíble y la disponibilidad mental que mostraban hacían ver que llegaría como profesionales a clubes de gran nivel. El potencial estaba ahí y las ganas de trabajar las tenían. Se veía que Tchouameni con un poco de suerte y buenos entrenadores llegaría a un nivel muy alto.
“A Tchouameni y a Koundé les encantaba trabajar, tenían unas ganas enormes de aprender”
—¿Cuáles son sus virtudes?
—Al principio, físicamente nos ayudaba en el centro del campo. Luego fue adquiriendo capacidad de juego asociativo y le ayudamos a que aprendiera cómo estar lejos del balón. Él tenía un buen cambio de orientación, pero no intentaba mucho el pase a la espalda de la defensa. Nosotros jugábamos con doble pivote y le ayudamos a interpretar mejor los espacios cuando tenía un compañero suyo. A cada cosa que se le pedía, daba solución.
—¿Es en el doble pivote donde se siente más cómodo?
—Puede jugar en el doble pivote o también como único pivote, porque es un chico que teniendo la libertad de ir hacia adelante te va a ayudar. Y en el juego de espaldas, en la construcción cuando tienes el balón en la línea defensiva, también te da muchas soluciones. Tiene llegada al área y capacidad para hacer movimientos hacia el espacio libre. Es un jugador superinteligente, que controla perfectamente la parte defensiva. No va a tener ningún problema cualquiera que sea la estructura que le quieras dar al centro del campo.
—¿Tiene similitudes con Casemiro?
—Es un jugador bastante diferente, porque el punto fuerte de Casemiro es la parte defensiva y que te da muchas recuperaciones del balón. Después, con el balón, te da soluciones, pero más adelante de la línea defensiva. Aurélien te puede dar soluciones juegue más retrasado o más adelantado. No es ni un Casemiro ni un Toni Kroos, pero te puede cubrir cualquier posición con unas características muy particulares.
—¿Qué virtud tendría que tendría que aprovechar más?
—Siendo un centrocampista, aportar goles y asistencias. Es algo que irá mejorando y está en un equipo donde va a tener más balón y se va a encontrar más veces en el partido en situaciones de finalización.
—Han estado hasta hace nada en el Flamengo. ¿Cómo se ha vivido allí la temporada que ha hecho Vinicius?
—Es un héroe. A toda la gente le encanta el chico. Muchos jugadores que han estado con nosotros fueron compañeros suyos y todos hablan de un chico muy divertido, que lleva la vida con alegría, y de la calidad individual que ya tenía cuando comenzó en el primer equipo a los 16 años. Es un fenómeno y ha tenido la mentalidad para convertirse en un jugador de los mejores del mundo, capaz de resolver una final de Champions. Ha tenido un gran entrenador [Ancelotti] que le ha ayudado a crecer y le ha dado confianza.
“Vinicius es un héroe en el Flamengo, a toda la gente le encanta el chico”
—¿Cómo cree que asimilará Tchouameni un papel de suplente y tener menos minutos?
—Es un chico que trabaja como nadie y hace todo para tener su oportunidad. Va a tener un periodo de mucho trabajo sabiendo que al principio es difícil jugar cada partido. Le pasó lo mismo cuando fue al Mónaco. El Madrid es un equipo que tiene tres centrocampistas que llevan jugando juntos un montón de años y es normal que eso no cambie de un día para otro, pero con el tiempo se ganará su sitio. Como le ha pasado a Camavinga.
—A Camavinga lo tuvieron como rival. ¿Cómo le veían?
—Tenía aún 16 años y ya se le notaba una madurez que no es normal a esa edad. No cometía errores y era un chico supercomprometido.
—También estuvieron en la selección de Polonia. ¿Cómo es entrenar a Lewandowski? ¿Cómo se mantiene a ese nivel durante tantos años?
—Con 24 años no era el mejor delantero del mundo. Lo que hace diferente a Robert es que trabaja cada día para ser mejor. No hay un jugador que en los entrenamientos tenga más ganas que él. No hay amistosos.