Stuani sigue siendo el rey
Ha marcado seis goles, los mismos que Castellanos, pese a haber jugado 1230 minutos menos
Aprovechando el parón el parón liguero, la semana pasada, el Palermo hizo una estadía en las instalaciones de La Vinya. Allí coincidieron con el Girona y se hicieron una foto de familia, con las dos plantillas al completo. En el centro de la imagen se situaron los entrenadores y, al lado de Míchel, Cristhian Stuani. El técnico del Girona se refirió a él como el “pal de paller”, una expresión catalana que ejemplifica bien la importancia del uruguayo en el equipo. El “pal de paller” era el mástil alrededor del cual se construía todo el pajar, es decir, el eje, el centro de gravedad, de la construcción. Y eso representa Stuani en el Girona.
Con seis goles en su haber, los mismos que Taty Castellanos, Stuani es el pichichi del equipo. Una situación absolutamente normal para el delantero, acostumbrado a ser quien más goles marca del equipo. Pero esta temporada, su rol, ha cambiado. Ha pasado de ser titular indiscutible, de jugar siempre que estaba disponible, a ser habitualmente suplente. En un esquema con un solo delantero centro, Míchel probó al inicio de temporada alguna configuración con dos, Castellanos le ha ganado la partida. El argentino es el titular y Stuani, aunque participa prácticamente siempre, juega los últimos minutos. Y en esos ratos ha vuelto a demostrar que, en cuanto al gol, no tiene rival. Ha disputado 1.229 minutos menos y ha marcado los mismos goles que su compañero. En otras palabras, Stuani lleva un gol cada 116 minutos, Castellanos cada 321.
Esta comparativa, sin embargo, se reduce a los goles que, pese a ser una tarea importante de los delanteros, no es ni mucho menos la única. Cierto es que Castellanos podría, o debería, llevar algún tanto más pero no es menos cierto que el argentino aporta muchas cosas, y muy positivas, al equipo. Por eso Míchel apuesta por él. En su primera temporada en el fútbol europeo el jugador del New York City (está cedido en Girona) se ha adaptado bien a la competición y es una pieza fundamental de los éxitos del equipo.