Sokratis: “Me demuestro a mí mismo que puedo jugar al máximo nivel con 36”

Sokratis fue la gran apuesta del Betis a inicios de campaña para suplir sus deficiencias defensivas tras la marcha de Luiz Felipe al cierre del mercado veraniego. El griego estaba libre y cumplía con parámetros de experiencia y solidez que demandaba Manuel Pellegrini. Tardó en entrar en liza, pero suplió pronto con cierta eficiencia la ausencia de Chadi Riad durante la Copa de África. El retorno del marroquí lo deja en un segundo plano, aunque ante el Girona volvió a firmar buenos minutos al tener su oportunidad en el segundo tiempo. No parece sin embargo entrar en los planes del club de cara a la campaña 2024-2025. Cerca de cumplir los 36 años, el jugador valora su momento en una entrevista con Sport24: “Estoy feliz porque sobre todo me demuestro a mí mismo que con más de 35 años estoy a un muy buen nivel”.

Preguntado por este periplo en el Betis, el defensor es claro: “La ciudad es muy bonita y las condiciones son ideales, el equipo me acogió incluso mejor de lo que esperaba. Me siento bien. Pero extraño Grecia porque mi familia está allí. Mis hijos son mayores y ya van al colegio, la distancia es difícil y me cansa en lo mental y lo emocional. No tener a tus hijos contigo es muy difícil”. El jugador admite que estar lejos de su familia es lo más complicado de su papel en el equipo bético, pero es claro: “De todas las ciudades que he visitado como futbolista en el extranjero, puedo decir que Sevilla es la que mejor se ajusta a mis criterios”.

Sokratis insiste en detallar algunas etapas de su carrera deportiva en clubes como el Dortmund o el Arsenal. ¿Por qué el club inglés? “Era la mejor liga del mundo”. El instante en que decide iniciar su aventura en la Liga llega de forma especial y así lo relata: “Cuando regresé a Grecia dije que jugaría otros tres años. Me sentía bien en el campo. Cuando llegó la oferta del Betis me vi obligado a pensarlo. Era una Liga en la que no había competido y cerraría el círculo. Es muy difícil ir a cuatro ligas extranjeras y jugar contra muy buenos equipos. No es algo que se vea todos los días. Dije que sí, luego me conquistó que me quieran mucho y me respeten. Hay muy buen equipo. Tengo un entrenador que es buena persona y su trayectoria lo dice todo. Al venir aquí me demuestro a mí mismo, porque no tengo nada que demostrarle al mundo, que con 35 o 36 puedo jugar al máximo nivel. Es una recompensa puramente individual”.

El griego tocó muchos temas sentimentales y miró atrás para repasar capítulos de su gran carrera: “Puedo decir que a través del fútbol, el niño que dejó su país lo consiguió todo. Conocí mundo, hablo cuatro idiomas y sin el fútbol sólo sabría uno. Conseguí mucho, también amistades con personas importantes que nunca imaginé que podría conocer. Es lo que me mantiene lleno, aparte de lo futbolístico”. Preguntado por una posible retirada, fue claro: “No es algo que me dé miedo. Aunque deje el fútbol, no se detendrá mi vida diaria en el deporte. Es difícil romper con algo que has estado haciendo durante 20 o 25 años”.

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