Simeone, esperando tus disculpas

El esperpento vivido el domingo en el Cívitas ha dejado muy tocada la imagen del Atlético más allá de nuestras fronteras. El compendio de todo lo dicho y publicado en los medios de comunicación de los cinco continentes se puede sintetizar en dos palabras: “Vergüenza mundial”. Lo más grave no es que los cafres de turno, con pasamontañas y navajas incluidas, se den el gustazo de suspender un derbi durante 20 minutos. Lo terrible es que los capitanes del equipo del pueblo, Koke y Giménez, compadreasen con los encapuchados para pedirles que por favor dejasen de tirar mecheros, botellas de agua y restos de bocadillos con la cabeza de Courtois como objetivo. Esa cercanía con la que hablaban con ellos invita a pensar que los conocían perfectamente...

Pero lo peor es que el Cholo, que siempre tuvo al FA de su parte en los malos momentos donde la falta de títulos le ponían en entredicho, se atreviese a pedir una sanción para Courtois “por provocar”. Pero resulta que El Chiringuito desveló un vídeo de los ultras cantando durante más de un minuto “¡Courtois, muérete!” antes del gol de Militao. En mitad de un cántico tan ‘agradable’ hacia el gigante belga (Tibu, ojalá llegues a los 100 años de vida) llegó el gol de Militao. En ese momento y con los nervios a flor de piel, se giró Courtois con un gesto hacia la turba como diciéndoles: “Seguir, seguir...”. Según Simeone, eso es provocar y deben sancionarle. Tremendo entre compañeros de curro. Desean tu muerte, tú lo aplaudes y pides encima que le sancionen “por provocar”. El antimadridismo militante es una profesión incompatible con el respeto a un mínimo Código Ético, porque se cimenta en el odio indisimulado hacia los blancos, asumiendo un punto de irracionalidad que va incluido en el prospecto. Hay atléticos sanos que reniegan de todo lo sucedido. Son muchos. Cholo, respétales. Y pide perdón.