Siempre quedará Courtois
En un Madrid imperfecto, su nivel tranquiliza. Desde la lesión sólo ha encajado dos goles y firma un 94% de paradas. Lunin pidió una utopía.
En la salud y en la enfermedad. En lo bueno y en lo malo. En la calma y, como ahora, en la tormenta. Siempre quedará Courtois. Telón de acero -inoxidable- de un equipo que, en lo que va de temporada, adolece imperfecciones. La defensa no es un cerrojo, el medio no es “compacto” y arriba, los genios no terminan de partir la lámpara. El diagnóstico ha encendido alertas, pero no bajo palos. Ahí todo es como siempre, idílico. Thibaut no comete un error, transmite una seguridad imponente y certifica que es el mismo que antes de la lesión. Bajo el ciclón de dudas que agrisa al Madrid, él se mantiene intacto. Heroico. E impulsando.
Porque dentro del club se considera que representa a la perfección lo que es el Real Madrid: una enorme autoexigencia diaria. Jugar cada partido al máximo, entrenar cada día al 200%. No fallar y, cuando se haga, que jamás sea por actitud. Ese es el camino que lleva al éxito, a la gloria, a la historia. El club, al completo, iría con Courtois al fin del mundo. Desde directivos a compañeros. Tal es el listón, que nadie fue capaz de confirmar a Lunin aquello que solicitó en verano para firmar la renovación: tener minutos garantizados. Si Courtois está bien, es indiscutible. Y ahora mismo lo está. Es la realidad. Andriy tiene delante al escudo de un equipo que, bajo palos, no tiene dudas.
Un 94% en paradas
La magnitud de su nivel se resume en datos: desde su regreso sólo ha encajado dos goles (en diez partidos). Por si había dudas, dejó la portería a cero en sus seis primeros encuentros, entre los que se hallaron Wembley (héroe con tres intervenciones para la hemeroteca) y Varsovia. Pero hubo más noches que dejaron huellas severas por el camino. La mayor, el encuentro frente al Alavés: hizo diez paradas, llamando a las puertas de la historia (fue el primer portero del Madrid que hacía diez, en Liga y sin encajar, desde Casillas, ante el Zaragoza, en la 2007-08: hizo 11 paradas). “Soy el mismo que antes de la lesión... o mejor”, dijo entonces.
Desde su regreso de la lesión, el 4 de mayo frente al Cádiz, le han hecho 31 disparos... y sólo dos han ido dentro: Mallorca y Las Palmas. Ninguno fue error propio. En total, firma un espectacular 94% de paradas. Confirmación de que el aura de Santo no se ha ido. Ancelotti aplaude su actitud y certifica, vía meritocracia, que es indiscutible. Y en el vestuario, estos días en los que las lesiones azotan con fuerza a la zaga, impera la ley de la calma: siempre quedará Courtois. El gigante. El de siempre.