“Sería una irresponsabilidad renovar ahora a Calero”
El técnico del Levante inaugura en AS la semana del derbi valenciano analizando el partido en Mestalla y su futuro.

Julián Calero (Parla, 1970) se pone en modo derbi. El técnico madrileño alzó la voz para criticar el horario del partido en Mestalla, donde espera dar la vuelta a la mala racha del Levante, penúltimo clasificado.
¿Cómo está?
Me veo con fuerzas y veo a la gente animada. Cuando la dinámica de resultados no es la que uno quiere, intento no salirme de mi normalidad. De mi burbuja. Yo soy el motor que tiene que hacer que los jugadores tiren y no dejar caer a nadie. Intento ser yo el fuerte y que nadie se apiade de mí.
Han encontrado un pequeño oasis de libertad durante este parón.
Donde la gente piensa que somos unos sinvergüenzas o unos vividores, yo les digo que estos chicos no tienen ni un fin de semana libre ni ningún festivo. No hay puentes en el fútbol, ni días moscosos. No estamos picando piedra, también es cierto. Es un pequeño respiro, que no es habitual. Hasta yo me siento raro. Mandamos un mensaje para que la gente estuviera preparada para volver con ganas. Esto es como los parabrisas de los coches: primero ves borroso, luego menos y al tercer golpe ya está limpio. Quiero que vuelvan limpios de cabeza y preparados para todo.
Desconectar para conectar.
Así es, pero sin quitar el cable. Significa que, dentro del respeto a mi profesión, los jugadores descansan dos días a nivel mental de ver a este tío. Que soy yo. No es desenchufar, pero sí una pequeña desconexión para coger aire. Esa es un poco la idea.
Ha sido la única voz autorizada que ha salido en defensa del derbi valenciano.
He visto en otras ciudades cómo se respeta el derbi: en Madrid, Barcelona, Sevilla... Este derbi lleva tres años sin jugarse, creo que habría sido muy bonito poder disfrutarlo un sábado o un domingo. Pero era una opinión, nada más. Entiendo que LaLiga lo habrá hecho porque cree que igual un viernes puede tener un poco más de audiencia. No lo sé, me lo invento. Además, tenemos tres internacionales muy lejos de España. Kervin Arriaga llega el jueves por la tarde. Imagínate. Para jugar el viernes es complicado.
¿El conflicto de intereses con las selecciones tiene solución? Lo vemos en España con Lamine Yamal.
No tiene solución. Cada uno, como es lógico, miramos por nuestros intereses. Yo he estado en la Selección y cuando te toca tu turno quieres tener a los mejores. Al seleccionador de Camerún, por ejemplo, le importará un pimiento el derbi valenciano. Eso sí, LaLiga tiene que reflexionar si le está restando potencial a la competición si no puedes tener a tus mejores activos sobre el campo. Kervin no tendrá ni 48 horas de descanso.
Sabiendo que no iban a cambiar las cosas, al menos quiso remarcar públicamente su descontento con la situación.
No era ni un enfado, era una reflexión en voz alta. Para todos los que movemos este negocio. Tenemos que tener el tacto y la suficiente mano izquierda para dialogar al menos. Habría estado bien que se hubieran preocupado por las circunstancias. Quería hacer una reflexión para que todos pensáramos un poco sobre ello y nos diéramos cuenta que quizá no es la mejor forma de potenciar nuestro fútbol.
Es difícil pensar en un Levante en el derbi sin Ryan, Arriaga o Etta Eyong.
Está claro, pero no depende de mí. Son tres jugadores muy importantes, pero si viene un jugador al 50% o menos va a ser imposible. Es que Kervin juega el miércoles de madrugada. A eso hay que añadir el viaje de vuelta y el jetlag. Llega a Valencia el jueves a las cinco de la tarde. Lo único que podemos hacer es meter al muchacho a recuperar y ver cómo se encuentra el viernes. No podemos hacer más. Va a depender de cómo se encuentren y de las necesidades que tengamos, claro.
¿Cómo veía este derbi desde fuera?
Es buena. No lo había pensado. Siempre he tenido la sensación de que es un derbi bonito y respetuoso. Quizá no hay esa pasión que se vive en otros derbis, pero sí que hay una sensación de pertenencia de cada uno muy grande. La gente lo vive muchísimo. Me hace ilusión vivirlo desde dentro. Creo que va a merecer la pena.
Este será especialmente emotivo después de un año de lo sucedido en la DANA.
Sí, y creo que las dos aficiones tenemos que estar muy unidas. Hay que recordar a las víctimas y el daño que se hizo. Ahí tenemos que estar de la mano. Luego cada uno iremos a lo nuestro para competir como mejor podamos. Es importante que se vea que somos humanos, personas de una misma ciudad y que todos hemos sufrido mucho: Levante, Valencia y absolutamente toda la gente de la región. Somos la cabeza visible y tenemos que dar ejemplo.
En lo deportivo, la igualdad a día de hoy es mayor que otros años.
Si nos ceñimos exclusivamente a la clasificación, estamos peleando por objetivos parecidos en la jornada 12. Repito, en la jornada 12. Veremos en la 28 o 30 cómo andamos unos y otros. Pienso que los dos podríamos tener más puntos. En nuestro caso estamos en una situación que sabíamos que nos iba a tocar vivir desde el principio de la temporada. Vamos a ver si esa circunstancia nos favorece para estar tranquilos cuando vienen mal dadas.
¿Piensa que el Valencia llega mejor al partido por la sensaciones del día del Betis?
Todo lo que sea puntuar siempre te refuerza cuando estás en los puestos de abajo. Personalmente, no nos va a afectar esa circunstancia porque intentamos limpiar entre partidos. Intentamos dejar las cosas positivas como poso, y el resto las limpiamos para evitar una acumulación de mala hierba. A nivel de puntos, las cosas que no hemos hecho bien nos han penalizado mucho. Que si un penalti fallado, una expulsión, un gol en el descuento, una ocasión fallada en el último minuto...
Los poquitos de los que siempre habla.
Eso es. Nos han penalizado mucho ciertas circunstancias. Eso es que el fútbol nos está pidiendo todavía un poco más. Y cuando te lo pide, hay que dárselo. Si no, estaríamos mejor en la clasificación.
¿Le preocupa la racha actual del Levante?
Siempre que no ganas y te ves en esas posiciones te preocupas. El equipo está con convicción, pero nos falta rematar la faena. Me toca empujar y que nadie deje de creer. Tengo que liderar de esa manera. Les digo a mis jugadores que no se preocupen porque el máximo responsable de lo que ocurra voy a ser yo. Quiero que mis jugadores se preocupen por que pasen cosas buenas, que tengan una mentalidad positiva y en generar un buen ambiente.
Especialmente preocupan los 23 goles en contra...
Es uno de nuestros grandes puntos débiles, encajamos demasiado y con mucha facilidad. Insistimos en ello, porque sin consistencia no va a ser posible. Con este número de goles en contra es inviable hacer cosas positivas. Sí que es verdad que entre Barça, Atlético y Real Madrid van diez goles en contra y a ver quién lo evita...
Me llamó la atención su declaración tras el partido del Mallorca. “No vamos a descender”, vino a decir en pleno mes de octubre.
Lo dije porque no quiero que se instale el pesimismo en un equipo que a veces ha tenido ese halo de pesimismo. Quiero que mis jugadores y la afición lo crea. Es un mensaje que creo que no vale decirlo en la jornada 35, pienso que hay que decirlo ahora para que todo el mundo se mentalice. Lo que pasa es que la palabra descenso, o ascenso el año pasado, es tabú. Parece que mencionas a la bicha. Igual que el año pasado se dijo ‘todo va a salir bien’ este año es ‘no vamos a descender’. Yo estoy convencido.
Como entrenador, ¿en qué momento puede disfrutar?
Yo disfruto de mi vida, pero hago una ponencia en algunas territoriales en la que hablo de la vida del entrenador. Todas las flechas de presión apuntan hacia el entrenador: desde directiva, jugadores, cuerpo técnico, afición, medios de comunicación y redes sociales. Más allá de eso, de cómo soportas esa presión, está cómo llevas el día a día. A mí se me casa un familiar y no puedo coger un día moscoso. Tenemos que programar todo para junio o julio y muchas veces sin saber qué puede pasar. No tenemos planificación de vida, vamos día a día.
En mi caso tengo mucha suerte, porque llevo con mi mujer desde que éramos niños. Me soporta y ya lo ha entendido como algo normal. A veces piensas qué suerte tiene el que termina su trabajo a las seis y se olvida. Nosotros no podemos quitarnos esa mochila nunca. Es nuestra vida. No me quejo de ella. Tengo la vida que quiero y estoy en Primera División. No me voy a quejar ni un gramo.
Después de tantos años en los banquillos, ¿siente algo diferente estando en Primera?
No, no me ha cambiado nada. Ni personalmente ni a nivel de trabajo. Más o menos seguimos en una línea de trabajo que creemos que es muy competitiva. He estado en Primera División en otras ligas, en Portugal con el Oporto, o en Emiratos Árabes y en Rusia. He estado en un Mundial y en 18 partidos en Champions League. En fin, que sé lo que son las competiciones del más alto nivel. Lo que sucede es que lo estoy disfrutando como primer entrenador, que eso sí que no lo había vivido. También sufro la presión del primer entrenador, que intento llevarla con calma. La única pega es que me gustaría que mi equipo tuviera más puntos y estuviéramos todos con un poco más de oxígeno.
¿A su mujer le dice que el año que viene seguirá en el Levante?
A mi mujer ya no le puedo prometer nada porque ya no me cree (ríe). Ella sabe de sobra que de lo que piensas en octubre a lo que pasa en junio hay un mundo. Me ha pasado estar peleando con el Navalcarnero en un playoff de ascenso para subir a Segunda División y tres meses después estaba en un Mundial con España en una eliminatoria de octavos contra Rusia. Quién lo iba a decir.
El fútbol es imprevisible. Lo que tenga que ser, será. Ahora mismo somos penúltimos y hay que tomarse las cosas con calma. Es más, sería una irresponsabilidad ahora renovar a Julián Calero. El club no tiene que ser esclavo de un contrato. Yo primero tengo que cumplir mis objetivos. Y si eso ocurre, estaremos en disposición de hablar. Ahora, si me preguntas si estoy a gusto en Valencia, te digo que hasta mi hija se va a quedar a vivir aquí.
No se si piensa que los entrenadores se tienen que hacer fuertes para no ser el eslabón más débil de la cadena.
A ver, hay muchas formas de hacerse fuerte. Hay entrenadores que tienen mucho dinero firmado por contrato, por lo que es muy difícil que les echen porque te estás metiendo en un lío de la leche. No es mi caso. La única forma de hacerme fuerte es no mostrando debilidad. El eslabón más débil es el entrenador que le ves y piensas que está deshecho. Que se le ha ido el equipo. Si te ven hundido como entrenador es un gran problema.
Yo creo que la forma de hacerte fuerte es mostrarte seguro y convencido. Es la única forma que yo conozco. Ni exigir contratos, ni renovaciones, ni nada. Primero se da y luego se recibe. Tenía dos años de contrato con la idea de poder ascender al equipo. Fue extraordinario conseguirlo el primer año y ahora mi objetivo es que el Levante se sostenga en Primera División.
¿No contempla continuar si no se consiguiera el objetivo?
Siempre he opinado que para ser creíble como entrenador tienes que cumplir. Si yo digo que va a pasar algo y no ocurre... ¿Con qué cara me presento yo ante un grupo que le he vendido un mensaje que no he cumplido? No me gustan las mentiras. Bastantes tenemos en este país. Hay que ser consecuente con lo que uno dice. Por eso es un riesgo mandar ciertos mensajes. Pero a mi edad estoy capacitado para hacerlo porque no me preocupa lo que pueda pasar.
Ya demostró al salir de Burgos en su mejor momento como entrenador que no tiene miedo a quedarse sin equipo...
La gente no me creía, pensaban que me marchaba porque tenía algo con otro equipo. Habíamos ascendido y veníamos de dos buenas temporadas en Segunda, incluso en la última llegamos a ser líderes. Al final el equipo y yo dimos para lo que dimos. No nos metimos en playoff, aunque el objetivo era única y exclusivamente salvarse. Ahí fue cuando pensé que la etapa se había acabado.
Se pensaban que tenía algo firmado y me fui sin equipo. Luego cogí al Cartagena en octubre yendo últimos. Yo me dejo llevar por las sensaciones. Si creo que estoy bien y que todavía puedo seguir creciendo y haciendo crecer al equipo en el que estoy, ahí me quedo. Ahora bien, si creo que ha llegado el límite no lo fuerzo por un contrato.
Preguntas rápidas con Julián Calero
Noticias relacionadas
¡Tus opiniones importan!
Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí







Rellene su nombre y apellidos para comentar