San Vicente del Raspeig y la Costa Blanca

Si uno nace en cualquier lugar de la provincia de Alicante y es madridista tiene fácil el argumentario geográfico y emocional: ha crecido en la llamada Costa Blanca. Eso pensó en su día una leyenda blanca para la Eternidad como es Pedro Ferrándiz, el genio precursor del gran Real Madrid de baloncesto, y eso piensan los socios de la peña de San Vicente del Raspeig. Un pueblo-ciudad de 60.000 habitantes ubicado a solo seis kilómetros del centro de Alicante, que goza de una gran vida social y adolescente gracias a estar allí la ampliación del campus universitario de la capital alicantina.

Desde 1979 se instalaron en San Vicente del Raspeig todos los nuevos módulos universitarios, lo que dio al lugar juventud, cultura y un motor de crecimiento que aún pervive. El nombre de pila del pueblo, desde 1411, viene de San Vicente Ferrer, dominico valenciano, taumaturgo y filósofo que predicó por estas tierras. Pero volviendo a la peña madridista cabe destacar que hace unos días celebraron su 35 aniversario, con las peñas de San Fernando de Henares y de Picanya como invitadas, en el que mostraron su buen estado de ánimo para afrontar un año madridista con ilusiones renovadas. En 1988 la fundó Manuel Martín Ferrández, en pleno apogeo de la Quinta del Buitre.

De esta zona es natural Corona, ya fallecido, que fue un habitual en sus aniversarios en los que contaba que él estuvo en el once del Madrid que en 1943 le metió un 11-1 al Barça en una semifinal de Copa. La mayor goleada de la historia infligida al eterno enemigo. La peña, presidida desde 2001 por Pascual Andrés Tévar, tuvo la buena idea de homenajear a Amancio Amaro, mito del club que nos dejó para siempre este año. La cena disfrutó con el veterano José Luis Peinado (1967-76), brillando una réplica de la Champions cedida por la ‘Bodega del Real’ de Alicante. Puro sentimiento blanco... en la Costa Blanca.