Salvio y la espina con el Barça
El delantero de Pumas, que insta a sus compañeros a ser “valientes” este domingo en el Camp Nou, perdió por 5-0 con el Atlético de Madrid la única vez que jugó en el estadio blaugrana.
Con esos madrugones inusuales en España, Pumas salió temprano del hotel de concentración en Diagonal Mar rumbo al CAR de Sant Cugat para afrontar el último entrenamiento de su estadía en Barcelona. El punto final será este domingo en el Camp Nou en un Trofeo Joan Gamper que se vivió con la ilusión de un niño en el equipo universitario. Entrenar la estrategia ha sido el grueso de una última sesión en la que el delantero Antonio Salvio ha sido uno de los protagonistas. También lo será este domingo (20:00 hora española).
El jugador de 32 años tiene experiencia en la Liga española. Llegó muy joven al Atlético de Madrid, pero le valió para levantar un título (la Europa League, en 2012) y pisar el Camp Nou. No guarda buen recuerdo. Con la camiseta rojiblanco, el argentino y sus compañeros perdieron por 5-0 en una de las exhibiciones del conjunto de Pep Guardiola. Salvió jugó incluso dos encuentros más ante el Barça, con el Atlético y el Benfica, pero también los perdió. No se amedranta el delantero, que anima a sus compañeros a ser “valientes”.
“Hay que ser valientes, hay que intentar que no tengan el balón; ya sabemos que su ADN es la posesión. Hay que hacer un gran partido que nos sirva de experiencia, para sacar cosas buenas porque la siguiente semana tenemos un partido importante en México”, comentó el delantero, quien reconoce que Dani Alves ya les ha explicado algunos secretos de uno de los mejores clubes del mundo: “Nos ha dado muchos consejos. Tenemos nuestras armas y estamos preparados. Hay que disfrutar de esta bonita experiencia”.
Para Salvio, que acumula cinco encuentros en el Torneo Apertura y ha anotado un tanto, el fútbol mexicano tiene muchas diferencias con otras ligas en las que ha participado, tanto la argentina como las europeas: “Es otro ritmo. Creo que por ejemplo es menos físico que en Argentina. También la altura de algunos sitios lo condiciona, al comienzo me tocava sufrir”, comentó, mientras de nuevo reconoció que su marcha de Boca Juniors no fue tampoco la deseada: “Salí por cómo se dieron las cosas, no fue de la forma que quería. Me toca estar en Pumas, le deseo lo mejor a mis ex compañeros pero estaré alentando desde fuera. Soy fanático de Boca”.
Ahora solo piensa en Pumas, donde espera conseguir muchos éxitos. Tiene 32 años y aún le queda seguir dando guerra. Con Alves espera, primero, conquistar el Camp Nou y quitarse esa espina que tiene clavada desde hace más de una década.