Ron Gourlay y la frustración acumulada en Mestalla

El Valencia viene de perder contra el Real Oviedo y el Girona y llega al parón de octubre con 8 puntos de 24, lo que le hace estar más cerca de los puestos de abajo que de los de arriba. Por desgracia, nada nuevo respecto a los últimos años. De ahí que la mera puesta en escena de Ron Gourlay pidiendo la palabra en la sala de prensa sea de agradecer, porque al menos quiere decir que él no ve normal lo que se ha convertido en habitual. A partir de ahí, los mensajes que lanzó durante más de hora y media de preguntas, respuestas y traducciones tuvieron dos direcciones: su análisis a corto plazo de la crisis de juego y resultados y su descripción de que él ha llegado a Mestalla pensando en un proyecto a medio y largo plazo.

Ron Gourlay asume la frustración de la afición y les pide paciencia. El escocés recordó las veintitantas operaciones durante el verano y repitió una lectura que está en sintonía con la visión de Carlos Corberán, al que defendió a capa y espada: “Estamos en transición”. O lo que es lo mismo, el entrenador está todavía encajando las piezas en su puzle y por ello la lámina de lo que será su Valencia no está definida. En esa parte Ron Gourlay habló de “gestión en el césped”, de “detalles” como “los goles a balón parado”, de que necesitan “hombres y no niños”. Sin necesidad de traductor, se leyó entre líneas un aviso directo al rendimiento de los futbolistas, cuya “calidad” no puso en duda (a fin de cuenta les fichó él) ni tampoco les atribuyó la cantinela facilona de que le están haciendo la cama al entrenador. Esto último lo comparto, porque estos chavales no son maquiavélicos.

La rueda de prensa entró por momentos en bucle con preguntas sobre el objetivo, aunque la insistencia de los compañeros presentes fue principalmente por la ambigüedad en la mayoría de sus respuestas. No fue hasta las últimas cuando Ron Gourlay argumentó cosas realmente interesantes al respecto: Primero dijo: “No puedo prometer Europa esta temporada” y “contra 14 o 15 equipos sí deberíamos estar compitiendo”. Evidentemente la forma y el fondo de las derrotas ante Oviedo y Girona le alejan de competir con esos “14 o 15 equipos”, de ahí su puesta en escena y que él no pueda prometer nada. Después remarcó: “Estamos trabajando para llegar a Europa en el Nou Mestalla”. Esta última frase resume la directriz que le dio Kiat Lim, por la que le reclutó y por la que pide que se le juzgue. El problema de Ron Gourlay es el acumulado de la era Lim, que es la razón del grado exacerbado de frustración. La paciencia con Lim se agotó.

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