Rodrygo: “Hay que ganar como sea al Barça en El Clásico”
Rodrygo está concentrado con Brasil en Seúl. Se reencuentra con Ancelotti, un entrenador al que estará agradecido de por vida. Habla de todo en AS.


Un placer verle personalmente, aunque ahora le toca jugar con Brasil. Vuelve con su país después de varios meses, pero con ilusiones renovadas porque el Mundial está a la vuelta de la esquina y encima Ancelotti vuelve a ser su entrenador. Imagino que habrá hablado con él en este tiempo.
Un placer estar contigo de nuevo, Tomás. El gran reto de mi Selección esta temporada es el Mundial. Hemos podido hablar poco por haber faltado a las últimas convocatorias, pero ahora estamos juntos de nuevo y es un placer trabajar con él.
Pero sé que en sus últimos meses en el Madrid lo hablabais los brasileños con él en Valdebebas. Yo sé que Carlo tenía en principio la idea de retirarse de los banquillos una vez que dejase el Madrid, pero como él dice en privado: “Brasil es el Madrid de las selecciones”. ¿Os trasladó esa ilusión?
Hablábamos, pero él siempre dejaba claro su respeto por el Madrid mientras que estuviese al frente del equipo y no quería hacer nada que pudiera molestar al club. Cuando la CBF, el Madrid y él llegaron a un acuerdo sí nos trasladó su alegría por afrontar este reto. Él está muy ilusionado y nosotros con él también.
Carlo lo ganó todo en Europa como entrenador y Brasil viene de una década con muchos fiascos y frustraciones. Muchos seleccionadores han fracasado en el intento de revitalizar a la ‘canarinha’. ¿Ve a Carletto con la fuerza y la energía para lograr que Brasil vuelva a ser una potencia mundial y pueda aspirar a todo?
Claro que está capacitado. El objetivo es traer de vuelta a la afición de nuestro lado. Él siempre nos ha dicho que en sus diferentes equipos ha entrenado a muchos jugadores brasileños y que le encanta trabajar con un perfil de jugadores como el nuestro. Traer de vuelta a la torcida brasileña, que vuelvan a tener alegría viendo nuestros partidos. Seguro que las cosas van a salir bien.
En Brasil luce el 10 de Pelé, de Neymar… ¿Le pesa?
Es una presión grande por las leyendas que han lucido esta camiseta. Yo estoy sólo empezando. Siempre dejo claro que esta camiseta sigue siendo de Neymar. Yo la he usado por sus problemas de lesiones. Pero en los partidos que me toque jugar con la 10, o con el número que sea, estoy listo para dar lo mejor de mí con Brasil.
Sea realista. ¿Cree que esta Brasil puede aspirar a ganar el Mundial en Estados Unidos, como hizo precisamente la ‘canarinha’ en ese país en 1994, o cree que hay que crecer poco a poco y ahora toca esperar?
Por ser Brasil y por nuestra historia siempre se puede soñar. Nos hemos ganado el respeto de los rivales. Somos la pentacampeona aunque no lo hayamos hecho bien estos años. Siempre se puede soñar porque tenemos jugadores muy buenos que juegan en los mejores equipos del Mundo. Nos falta algo, pero no mucho para estar todos en la misma sintonía y que salga todo bien en el campo. Con el míster va a ir mejor todo y espero que para el Mundial estemos mucho más finos para poder aspirar al título.

Cambiemos de tercio. Hablemos del Real Madrid. De su Madrid. Sé que en su casa de la capital de España guarda una camiseta del Real Madrid de talla de niño. Usted tenía sólo seis años y ya se la ponía. ¿Cómo fue aquello?
Mi padre me la regaló tras una excursión que hizo con su equipo a Alemania. A la vuelta me la dio y desde ahí me identifiqué con el equipo, el club, sus conquistas. Además, había muchos brasileños en sus filas y empecé a seguirlo. Y sobre todo cuando llegó Cristiano. Devoraba todos los partidos del Madrid sólo para verle. En Brasil soy del Santos, pero desde niño siempre me gustó el Madrid. Era mi sueño para el día que tocase ir a jugar a Europa.
Mi sueño es ganar otra Champions con el Madrid y el Mundial con Brasil”
Rodrygo
Pero me dicen que usted casi se va al Barça. Explíqueme eso…
Antes de fichar por el Madrid ya estaba todo hecho y fichado por el Barça. Es verdad. Pero mi padre me dijo que el Madrid nos había llamado y que tenía que elegir. Para mí fue muy fácil. Sabía lo que quería y cuál era mi sueño. Ni lo dudé. Y aquí estoy.
¡Si su padre no le llega a avisar ahora sería jugador del Barça! Esto no puede ser…
(Risas) Estaba en Santos y empecé a jugar bien. El Barça fue a por mí y siempre he dicho que es un gran club y que le tengo mucho respeto. Pero el Madrid era mi sueño y mi decisión era fácil de tomar. No podía esperar más al Madrid y cuando llegó el momento lo hicimos como debíamos.
Los sabios del fútbol sostienen que uno de los secretos del fútbol moderno es que casi nadie ya es poseedor del arte de regatear. Mucho físico, mucha disciplina táctica y poco regate y uno contra uno. Usted regatea en una baldosa. ¿Le ha ayudado que de niño empezase a jugar al fútbol sala antes que al fútbol once?
Se nota mucho en mi juego que vengo del fútbol sala. Me encantaba jugar en el parquet. En muchos partidos el Madrid juega ante rivales con bloque bajo y al estar tan cerrados es la mejor solución un regate o pases en espacios cortos. Eso se aprende en el fútbol sala. Mis características están relacionadas con ese fútbol contra adversarios muy cerrados en torno a su portero y ahí yo creo que puedo ayudar a mi equipo. Todos los entrenadores con los que he trabajado me piden eso contra rivales con bloque bajo. Hoy día es la única solución para contrarrestarlo. Jugar sólo en transición es difícil. A mí gusta ayudar con esas cualidades que tengo.
El Madrid le contrata en 2018 y se queda un año cedido en el Santos hasta que con 18 años llega al Real Madrid. Año 2019. Pero primero debuta con el Castilla. ¿Le molestó empezar en el filial?
Al contrario. Recuerdo que jugué mi primer partido en Valdebebas con el Castilla y marqué un buen gol. Y me expulsaron por la celebración. ¡De locos! (sonríe). Yo sabía que jugar en el primer equipo en ese momento iba a ser complicado y me pareció bien arrancar con el Castilla, así coger la mejor forma física. Era una buena solución para mí y me vino muy bien conocer la base del club desde la cantera.
Ancelotti siempre nos dijo que le encanta trabajar con jugadores brasileños”
Rodrygo
Llegó su estreno con el Madrid y en el debut en Liga se cumplió otro sueño. Fue ante Osasuna y marcó a los 91 segundos de saltar al campo… La presión del Bernabéu no le afectó y ahí empezó el idilio del madridismo con usted.
Sí, fue muy especial. Lo recuerdo como si fuese hoy. No olvido cuando Zidane me llamó para avisarme de que iba a jugar mi primer partido en el Bernabéu. No lo imaginaba tan pronto. Lo soñé toda la vida, pero cuando llega el momento te pones realmente nervioso. Recuerdo que el pase me lo dio Casemiro, controlé bien el balón, hice un regate y el balón para adentro. Fue una buena finalización. Fue un debut perfecto.
Sigamos con sus felices estrenos. Su primer partido en Champions fue ante el Galatasaray en el Bernabéu y firmó un hat-trick, el perfecto. Pierna derecha, pierna izquierda y de cabeza… Sólo Raúl era más joven que usted en conseguirlo. Ahí empezó su pasión por la Champions, una competición con la que se iba a llevar muy bien...
Sí, es verdad. Vi que íbamos a tener una conexión especial. Siempre me gustó esta competición. Un hat-trick perfecto ante nuestra afición. Fue brutal estrenarse así.
Hábleme de Zidane. ¿Cómo se lleva tener de jefe a una ‘leyendaza’ del fútbol como él? Zizou fue de los más grandes, aunque en su esplendor usted era muy joven.
Él era una persona normal, pero a mí me impresionaba. Yo le miraba y me decía: “Zidane está hablando conmigo…”. Con 18 años era todo nuevo para mí y todo impresionaba bastante. Tardé un poco de tiempo en acostumbrarme y asimilar que era sólo mi entrenador. Y ya está. Hablaba mucho conmigo, me ayudaba y me encantó el tiempo que coincidí con él.

Y luego llegó otro grande, sobre todo de los banquillos, Carlo Ancelotti. Fueron creciendo con él y llegó esa 14 que será difícilmente repetible. Cuénteme como vivió aquellas noches mágicas en el Bernabéu. Pasaron cosas paranormales. Y usted tuvo mucho que ver…
¡Buahhh! Recuerdo que en fase de grupo perdimos en el Bernabéu con el Sheriff, un equipo muy modesto de Moldavia. Eso generó una desconfianza en el vestuario, en nuestro trabajo… Pero luego empezó la locura que fue aquella Champions. Fue clave la eliminatoria con el PSG. En la ida de París jugamos muy mal y perdimos 1-0, con un gol que nos metió Kylian al final. Un golpe duro. El 1-0 en nuestra cabeza era como si estuviésemos eliminados. El viaje de vuelta fue muy tenso. Pero durante la semana se fue generando una confianza y mejoró el ambiente en los entrenamientos. Nos aferramos al Bernabéu y creímos. Y eso que Kylian marcó primero de nuevo. Pero en la segunda parte fue la locura con el hat-trick de Karim.
Mi fichaje por el Barça estaba hecho, pero me llamó el Madrid; ni lo dudé...”
Rodrygo
Y en cuartos de final con el Chelsea usted evitó el drama.
El Chelsea nos ganaba 0-3 y estaban mucho mejor que nosotros. Yo no veía posibilidad de eliminarlos, sinceramente. Carletto me llamó en la segunda parte y me dijo que saliera en busca del milagro. Hasta que Modric me dio ese pase tan especial suyo. No sé ni cómo me encontró, pero me salió un gran remate y fue un golazo. Otra noche especial.
Y tocó el cielo contra el City de Guardiola…
Fue el más difícil. El mejor día de mi vida. Y el de muchos madridistas que me siguen escribiendo para darme las gracias por esos dos goles en dos minutos. Fue una locura.
Usted marca cerca del 90 y faltaba un gol. La megafonía tuvo la ‘culpa’.
Sí. Con 1-1 el hombre de la megafonía anuncia que hay seis minutos de descuento y fue como un gol para nosotros. El Bernabéu se volvió loco y lo celebró como si fuese un gol. Eso los dejó a ellos asustados. Y pensé: “Puedo meter otro”. Y lo hice de cabeza. Y ojo, ¡pude meter otro antes de la prórroga! Me la paró Ederson. Hubiese sido el mejor hat-trick de la historia. El día antes le dije a mi padre que iba a hacer tres goles, de verdad. Lo tenía en mi mente. Hubiese sido la locura total.
En el 2-1 usted remata limpio de cabeza pese a que la peina Marco Asensio. ¿Cómo es posible que eso no le descolocara su cabezazo?
Estaba tan centrado en que el balón venía hacia mí que el toque de Asensio no me varió nada, aunque sí creo que esa peinada fue clave porque hubiese despejado el central del City. Yo sólo pensaba en marcar y forzar la prórroga. Este tipo de jugadas las ensayo mucho en los entrenamientos y meto bastantes de cabeza.
Y luego llegó la 14 en París, y más tarde la 15 tras los penaltis increíbles del Etihad y los dos goles milagrosos de Joselu ante el Bayern, antes de la final de Wembley. Defíname que tiene el Bernabéu en esas noches mágicas de Champions que no tengan los demás. Aquí decimos que se desata el manicomio y nadie lo puede parar.
Siempre hay ofertas, pero hasta que me quiera el Madrid, yo estaré aquí”
Rodrygo
Me lo pregunto todavía y no sé contestarlo. Es imposible explicarlo. Sólo podemos sentirlo los que estamos ahí dentro los jugadores y la afición. No hay palabras para razonar lo que ocurre en el Bernabéu esas noches. Lo cierto es que nosotros siempre decimos “vamos a seguir hasta el final y hasta que pite el árbitro. Nada es imposible”. Siempre creemos en poder remontar. Esa es la clave. Pero luego ocurren cosas mágicas que sólo pasan en el Bernabéu.
Usted no sólo triunfa en Europa. En la final de Copa de La Cartuja de 2023 fue el héroe con el doblete salvador ante Osasuna. Fue una reivindicación total para su jerarquía en el equipo tras varios años.
Esa noche me sentí importante. Cuando ves que tus dos goles dan un título al equipo la sensación es estupenda.
“Me encanta jugar con Mbappé...”

Y llegó la temporada pasada. Tras un año mágico con cinco títulos, 2025 fue un curso para el olvido. Las lesiones, la eliminación con el Arsenal, las goleadas del Barça… Mal balance. Usted fue bien hasta marzo y, de hecho, le metió un golazo al Atleti en el Bernabéu en Champions. Pero a partir de ahí entró en un bajón evidente hasta no parecer usted. A veces olvidamos que tras el futbolista hay una persona. No se le veía bien. Recuerdo su primer tiempo en la final de Copa ante el Barça en Sevilla. Yo me preguntaba: “¿Qué le pasa a ‘Rodry’?”. No era usted. ¿Qué sucedió en esa época afortunadamente ya superada?
La verdad es que tuve un momento muy difícil a nivel personal. Estuve mucho tiempo sin hablar con la gente. Nadie sabía lo que estaba pasando. Fue un momento muy difícil. No estaba bien ni físicamente ni mentalmente. Eso me estaba costando mucho. Primero Dios, luego mi familia... y el míster Ancelotti me ayudaron a salir de todo aquello. Carlo me ayudó un montón. Él veía todos los días que yo no estaba bien, que no estaba para jugar, que no podía ayudar al equipo. Pero no había tiempo para recuperar porque jugábamos cada tres días y entonces no puedes pararte a solucionar el problema. Él vio que soy una persona y tenía problemas de verdad. Entendió mi momento y mi situación complicada. Me dijo: “Tú quédate aquí tranquilo, no estás para jugar ahora”. Yo le daba las gracias y le pedía jugar. Pero él sabía que tenía que recuperar a la persona antes que al futbolista. Lo importante era estar bien de cabeza. Fue un momento muy difícil en mi vida, pero ahora lo he superado todo, estoy ok. Siempre que puedo se lo agradezco a Carletto, a su hijo Davide, al cuerpo técnico. Todos me ayudaron y por supuesto mi familia. Ahora sólo siento alegría, estoy feliz, muy motivado para hacer una gran temporada.
Aquel doblete milagroso al City fue el día más feliz de mi vida”
Rodrygo
Eso le ha ayudado a madurar. En la vida, pese a su juventud, es bueno aceptar que a veces hay que sufrir para valorar lo que se tiene cuando todo va bien. Se le nota en su sonrisa que ahora está liberado, con ganas de disfrutar a tope del fútbol de nuevo.
Es verdad que ahora soy otra persona totalmente diferente, salgo con otra mentalidad, con otra ilusión, con más madurez. Me siento muy bien y seguro que esta temporada va a ser mejor para todos, para el equipo y para mí.
Hablemos de lo que pasó este verano. Muchos daban por hecho que iba a salir traspasado. Los aficionados preguntaban que a qué equipo iba a ir. Pero usted nunca abrió la puerta de salida. Quería quedarse. Y se quedó. Tiene contrato hasta el año 2028…
Todos los veranos pasa lo mismo conmigo. Que si voy a salir, que tengo ofertas de este o aquel club. Cada semana estaba en un equipo si hacía caso a lo que salía publicado. Claro que siempre hay ofertas, no voy a mentir sobre eso. Pero siempre dejé claro al club que yo quiero seguir triunfando aquí, más de lo que ya lo hice. Es mucho haber ganado dos Champions a mi edad, pero ahora quiero más Copas de Europa con esta camiseta. Siempre he dicho: “Hasta que me quiera el Madrid, estaré aquí”. Si un día el Madrid me dice: “Rodry, búscate equipo”, diré “vale”. Pero eso no ha ocurrido. El club siempre me ha dicho que cuenta conmigo. Y cuando pasé por un problema estaban conmigo. La gente especulaba porque yo guardaba silencio. Pero yo sabía que iba a hacer esta temporada con el Madrid y que voy a estar enfocado para dar mi mejor versión. No me ha molestado. Yo estaba tranquilo, y aquí estoy… como siempre. Ya es mi séptima temporada.
Usted tiene ahora 24 años. ¿Sabe quién vino al Real Madrid con esa edad y después hizo una carrera irrepetible? Cristiano Ronaldo.
Claro, es una edad perfecta para seguir creciendo. A veces normalizamos cosas que no son normales. Con el Madrid he ganado ya 13 títulos pese a lo joven que soy. He ganado todos los títulos posibles. En el Madrid hay mucha presión y hay que ganar siempre. Eso me gusta porque eso te hace crecer siempre y no estancarte. Y así piensas sólo en mejorar, pero no es normal lo que hemos logrado todos estos años. Es el Madrid. Hay que ganar otra vez.

Se le ve sonreír, aunque sólo ha gozado de dos titularidades hasta la fecha. Pero aprovecha a tope los minutos que le da Xabi Alonso. Se vio en Almaty con 20 minutos espléndidos. Pero sólo juega por su banda natural, la izquierda. ¿Cómo ha convencido al técnico para que le ponga en la posición donde usted desarrolla mejor su talento y su juego?
Cuando llegó el míster me llamó para hablar y me dijo: “Ya sé que a ti te gusta jugar por la izquierda, pero te voy a necesitar también en otras posiciones”. Yo le dije: “Vale míster, estoy para ayudar al equipo”. Todos saben que prefiero jugar por la izquierda y que soy mucho mejor por esa banda, pero siempre estoy a disposición del equipo para jugar por la derecha o de nueve, y así se lo dije. La verdad es sólo me está poniendo por la izquierda y me gusta el nivel de los minutos que estoy disputando. Lo estoy haciendo bien aunque, lógicamente, quiero jugar más. Estoy en un proceso de evolución y cada vez estoy mejor y me siento feliz. Estoy rindiendo cada vez mejor.
Lo bueno es que sale con ganas, sin malas caras.
Hay que respetar las decisiones del entrenador. Si te toca titular tienes que dar el 100%, pero si sales de suplente igual. Yo pienso así. Si salgo 20 minutos doy el máximo en ese tiempo. Eso viene bien para mi imagen y para el equipo. Intento aprovechar cada minuto que juego con esta camiseta.
Lo pasé mal y me ayudaron Dios, mi familia... y Carletto”
Rodrygo
Ahora esta focalizado en estos dos partidos de esta semana con Brasil ante Corea del Sur y Japón. Pero es imposible olvidar que a la vuelta del parón tendremos pronto el Clásico en el Bernabéu. El año pasado se llevaron cuatro revolcones con el Barça. ¿Hay revancha para ese partido? La afición está preocupada porque ante los grandes rivales el equipo lleva mucho tiempo sin dar la talla.
De la temporada pasada es mejor olvidarse. Sabemos que no estuvimos a la altura y sobre todo en los Clásicos. No nos encontramos cómodos ante ellos. Es verdad que el año anterior fue al revés y les ganamos los cuatros Clásicos, aunque hay que reconocer que ahora están mejor y tienen mejor equipo, con mucha más confianza en ellos. Pero nosotros tenemos también un equipazo. Va a ser un partido duro, pero jugamos en el Bernabéu ante nuestra gente y tenemos que demostrar lo que somos, planear bien todo para ganarles como sea. Estamos en nuestra casa.
¿Se imagina ganar al Barça el día 26 con un gol suyo?
Siempre que uno ficha por el Madrid piensa en ganar una Champions y en meter un gol decisivo al Barça. Ojalá.
Estaremos de acuerdo en que lo sucedido en el derbi del Metropolitano no se puede volver a repetir.
Estamos todos de acuerdo. No se puede repetir ni se va a repetir, seguro. Fue un día horrible para nosotros, pero no volverá a ocurrir. Hemos perdido 5-2, no soy tonto, no podemos decir nada.
Actualmente tienen una especie de bomba atómica con botas que es Mbappé. Ahora sí es el Kylian demoledor que ganó el Mundial con Francia. Empieza a recordar a Cristiano. ¿Es tan bueno como parece?
Sí, la verdad es que nos asociamos muy bien los dos y es realmente bueno. Me encanta jugar con él. Tiene una velocidad increíble. Cada día está más rápido y finaliza mejor. Es un fenómeno del fútbol. Es un placer tenerle en nuestro equipo.
Él sueña, aparte de con la Champions (usted lleva dos y le puede explicar cómo se ganan), con el Balón de Oro. ¿Puede lograrlo en 2026?
Claro que puede si sigue así, y además metiendo tantos goles. Y los títulos deberían ser importantes. Hay que entender este criterio porque hay veces que lo aplican y a veces no.
El año pasado lo merecía Vini, en este parecía que se lo quitaban a Dembélé. No se sabe muy bien cuál es el criterio que más pesa.
Bueno, es difícil hablar sobre este premio y tampoco me gusta mucho hacerlo. Si es para el que ha hecho la mejor temporada es cierto que este año sí ha sido justo. Yo hubiera votado también a Dembélé.
Hábleme de su ‘padre’, no hablo de Eric que es un gran padre por cierto. Me refiero a Luka Modric, al que usted llamaba así por el respeto y la complicidad que tenían en el campo y fuera de él. Tiene 40 años, pero ahí le tiene triunfando en el Milan.
Es una locura la mentalidad que tiene Luka. Estos años con él fueron increíbles para mí, para aprender de él y disfrutar con un jugador de su calidad. Siempre me gustó verle jugar, pero cuando estuve cerca y compartí vestuario con él, me impresionó aún más. Es buenísimo, de verdad. Hace todo bien. Tiene 40 años y sigue a alto nivel, es realmente increíble.
Acabamos, amigo. Usted tiene 24 años y seguro que tiene sueños y retos renovados en su cabeza. ¿Qué le pide a 2026?
Quiero ganarlo todo otra vez con el Madrid. Volver a ganar una Champions sería impresionante. Y, por supuesto, sueño con ganar el Mundial con Brasil.
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