Reforzar la portería es una necesidad

A poco más de 48 horas para el cierre del mercado el Girona debe acometer todavía varios fichajes. Un centrocampista, Oriol Romeu es el objetivo, un delantero, si hay margen salarial, pero sobre todo un portero. Actualmente la plantilla cuenta con un solo guardameta, Juan Carlos, una situación a todas luces insostenible para disputar con garantías una temporada en Primera División. Cárcel tiene trabajo por delante puesreforzar la portería no es que sea una prioridad, es que es una necesidad vital.

Evidentemente en estas primeras jornadas de Liga Juan Carlos no ha sido el único portero de la convocatoria. En el banquillo se ha sentado Lluc Matas, guardameta del filial, que volverá al equipo que le corresponde una vez se firme a otro portero. Sin embargo, la situación se ha complicado. Las primeras opciones por las que suspiraba la dirección deportiva se han esfumado. Álvaro Fernández, la primera opción, firmará con el Espanyol y Claudio Bravo se quedará, si nada cambia en las próximas horas, en el Betis. El Girona también se había interesado en Matías Dituro, de la Universidad de Chile, pero su oferta fue rechazada. Ante todas estas eventualidades gana peso la llegada de Luca Zidane.

El hijo del mítico centrocampista y entrenador del Real Madrid es hoy por hoy el mejor situado para reforzar la portería del Girona. Está libre tras acabar contrato con el Rayo Vallecano, por lo que el club no debería hacer un desembolso económico para su contratación más allá del salario. Con poca experiencia en Primera (tan solo 10 partidos) sí que ha cuajado buenas actuaciones en la categoría de plata. Principalmente en el Racing de Santander, donde mostró su mejor nivel. Con su llegada, si se produce, el Girona ganaría mucha tranquilidad, además de la lógica competencia con Juan Carlos.