Récord o enfermería
El Atlético de Madrid quiere olvidar el resbalón en Bilbao y enlazar 21 victorias en casa. El Getafe, el último que arañó puntos en el Metropolitano. Greenwood y Mayoral, amenazas azulonas.
Simeone lleva varias ruedas de prensa señalando al calendario. La falta de descanso, tantos partidos seguidos para los rojiblancos. Cuatro en diez días por ese ante el Sevilla aplazado a diciembre por una DANA en septiembre. Una sucesión de partidos que, sin embargo, no da tiempo a pensar. Tampoco de la derrota, la tercera seguida fuera de casa, en San Mamés y ante un Athletic que despedazó todos los planes y rotaciones del Cholo.
A su favor, que los dos partidos que vienen son en casa, donde juega para récord. 20 victorias seguidas lleva entre todas las competiciones. 21 nunca logró. En contra, que el primer rival que llega, hoy, es el Getafe, el último que arañó puntos del Metropolitano. Fue en febrero. 1-1. Después el Atleti en su casa solo ha sumado de tres en tres. Un Getafe con Bordalás de vuelta y en vuelo (sigue el partido de hoy en directo en As.com).
Porque si los azulones en su casa son letales (18 puntos de 24), lejos de su estadio les ocurría como al Atleti. Poco fútbol y menos resultados. Hasta la visita al Sánchez-Pizjuán el sábado. Si los del Cholo volvieron de San Mamés con un 2-0 del Athletic en su maleta. El del Getafe suena parecido, pero todo lo contrario. 0-3 y abrazar sueños de Europa. Los azulones presionan arriba, la mueven con clase y tienen dos magos, Greenwood y Mayoral, ambos con gol ante el Sevilla, para hacer las delicatessen.
El Cholo, solo tres empates ante el Getafe
La cuenta de Simeone frente a los azulones se mantiene sin ninguna derrota (en 21 partidos) y solo tres resbalones, tres empates. En todo este tiempo que abarca casi doce años su Atleti solo recibió cinco goles en contra. Un Atleti que volverá a asomar con rotaciones para repartir descanso entre unos futbolistas exhaustos. Griezmann, el mejor futbolista del mundo en estos momentos, el más decisivo, y del Cholo, lleva dos siendo cambiado a la hora. En San Mamés, su estadio fetiche, ni marcó ni brilló. Pero en 23 enfrentamientos le ha hecho ya siete goles. Párrafo aparte merece Morata.
Un Morata que hace unos días en la Cope reconocía que la última camiseta que en su carrera quería vestir era esa, la azulona, la que vistió cuando salió de la cantera del Atleti para volar al Madrid, Chelsea, Juve o Atleti. Su ritmo de goles, al paso de los Haaland o Kane al inicio de la temporada, se ha ralentizado (uno en siete partidos), como si la presencia de Memphis en el banquillo fuese una kryptonita, pero suma ya 13, 27 para el Atleti si se le suman los 14 de Grizi.
Simeone rotará como lleva haciendo en los últimos dos partidos. Para afrontar el penúltimo de esos cuatro en diez días que le llevarán a terminar el año donde quiere (arriba, cerca de ese Girona al que se medirá según comience 2024) o sin dejar de apretar en la Liga, como los dos años pasados. Alienta su gente. Esa que le ha llevado hasta la victoria 20 seguida en casa. Desde que el Getafe pisó el Metropolitano por última vez.
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