Raphinha se da la razón
Rinde en su posición preferida, la de extremo derecho. Desde la lesión del francés se ha liberado; un gol y dos asistencias.
Raphinha, 26 años, es un tipo duro salido de los rincones más humildes del fútbol. Tal vez por eso no utilizó los micrófonos para manifestarse después de verse desplazado de la zona de inluencia en la que había triunfado en el Leeds, su plataforma hacia el Barça. Se lo dijo directamente a Xavi. Quería jugar en la derecha y sólo en la derecha, porque es donde se siente cómodo y donde cree que expresa mejor sus condiciones en el campo. Xavi también fue sincero. En la derecha sólo cabían Dembélé o él mismo; y eso, una vez que el entrenador decidió que con los los dos en el equipo no volaba, fue en contra del brasileño. Raphinha acumuló hasta cinco suplencias seguidas y, cuando le tocó ser titular (Espanyol, Girona) pareció asfixiado por la presión de tener que demostrar que tenía más nivel que el francés.
Casualidad o no, el brasileño ha sido un trueno desde que Dembélé hizo crack contra el Girona. Como liberado, en el Benito Villamarín marcó el 0-1 que puso de cara el partido al Barça y hasta pudo terminar de cerrar en el partido en una acción que bien pudo ser penalti. Contra el Sevilla, LaLiga lo escogió MVP del partido porque apareció en todos los goles. Inició la combinación con Kessié y Alba del 1-0; asistió con maestría a Gavi en el segundo y marcó el tercero. Un festival. Raphinha firma seis goles y ocho asistencias esta temporada, de la que seguramente se recuerden bastantes flashes suyos. Dio la asistencia del 0-1 de Lewandowski en Mestalla sobre la hora; marcó el 1-2 en los últimos minutos del Osasuna-Barça; y ha tenido esta brillante secuencia ante los equipos sevillanos que confirma que, si estaba en una prueba de nivel después de la lesión de Dembélé, de momento la ha superado.
El futuro de Raphinha es una incógnita. Para Xavi, ampliar el contrato de Dembélé, que finaliza en 2024, es una realidad; y por más que el técnico se empeñe en asegurar que son compatibles, no lo ha parecido de momento. La convivencia de dos titularísimos luchando por un mismo puesto suele durar un año. Veremos.