Ramos: el título es no descender
Nada más volver, el defensa camero expresó su ilusión por ser campeón con el Sevilla; ahora, el objetivo es no perder la categoría 24 años después del último descenso.
El peor Sevilla del siglo perdió en el Metropolitano las opciones de levantar un título o al menos jugar una final esta campaña y esta tarde, pocas horas después de caer ante el Atlético, se enfrenta a otro match-ball para no entrar entre los tres últimos de la clasificación, con el Cádiz pisándole los talones. Los amarillos estrenarán entrenador este domingo en el Nuevo Mirandilla, ante el siempre difícil Athletic, mientras el equipo de Nervión recibe a Osasuna justo después. Cádiz y Sevilla se encuentran a un solo punto de distancia (sigue el partido de hoy en directo en As.com).
Se acabó el glamour del que llegó investido Sergio Ramos en el cuarto día del pasado mes de septiembre. Su tremendo palmarés y su gran carrera merecían el boato y la confianza en que podría revertir el desastre defensivo que ya apuntaba el Sevilla durante el inicio liguero. Tanto, que él mismo soñó con sueños inalcanzables: “Pienso que podemos ganar títulos, incluso LaLiga o la Champions para el Sevilla. Pero lo primero que hay que hacer es creer”, dijo el central en su presentación. Hoy, esas palabras suenan casi como una broma pesada.
Porque, tras un inicio esperanzador como líder de la zaga, el camero se ha diluido en el mismo agua turbia que el resto del equipo nervionense, que ya va por el tercer entrenador esta campaña (Mendilibar, Diego Alonso y Quique Flores) y deberá darle otra vuelta de tuerca extra a su banquillo si los resultados no se enderezan más pronto que tarde. Esto escribió Sergio, horas después de una nueva derrota en Madrid: “La Copa ya no está en nuestros planes, pero sabemos que nos queda mucho por hacer en Liga. No podremos daros alegrías de títulos, pero intentaremos que os sintáis orgullosos de nosotros en cada uno de los partidos que nos quedan por jugar. El objetivo es pelear, es ganar, es levantarnos, y hacerlo por vosotros y por el Sevilla”.
Aquel Sergio Ramos casi imberbe que irrumpió en la elite, febrero de 2004, lo hizo en un Sevilla que bajo las órdenes de Joaquín Caparrós comenzaba a poner los cimientos de toda la gloria continental que vendría más tarde. Después de ascender en 2001, el preparador utrerano fue amoldando pieza a pieza un equipo que retornó a Europa precisamente al final de aquella 2003-04 y luego ha logrado clasificarse para competir fuera de España en 19 de 20 temporadas. Se quedará otra vez sin caramelo en este 2024, salvo milagro de los que no se han conocido en el fútbol. Porque ahora mismo Ramos resume la realidad: el mejor título, visto lo visto, será mantener la categoría en Primera División.
Listas sin Rakitic ni Chimy
Osasuna viajó a Sevilla con casi todos los futbolistas disponibles. Nacho Vidal acaba de ser traspasado al Mallorca y Chimy Ávila, que además se encuentra lesionado, negocia su salida con el Betis como favorito para ficharle. En el Sevilla no entró en la convocatoria Rakitic, que apunta a irse Arabia, ni los lesionados Gudelj, Lukebakio, Mariano ni Lamela. Tanto Quique como Arrasate apuntan a enfrentar dos sistemas parecidos, con tres centrales. Así viene jugando desde hace algunas semanas el entrenador vasco.