Quique, muy tocado
En el Sevilla no gustan algunos planteamientos y decisiones del técnico sobre futbolistas. La renovación sólo se ejecutaría si queda entre los 10 primeros.
En el Sevilla están cada día más convencidos de que su relación con Quique Flores acabará cuando termine la campaña, si no antes porque el equipo acabe por meterse en el lío del descenso, algo que empezó a producirse de nuevo con la derrota ante el Celta de este domingo. El entrenador madrileño tiene un año contrato opcional, que sólo sería obligatorio de cumplir por parte del club si queda entre los 10 primeros de la clasificación, algo que ahora parece quimérico. El Getafe, que por cierto es el próximo rival de los nervionenses después del parón, se encuentra 10º, con 10 puntos más que el Sevilla.
El amago de pelea con En-Nesyri, que el técnico podría haber evitado aunque fuese el futbolista el que protestó primero, se convierte en otra las gotas que están acabando por desgastar la confianza del Sevilla en el madrileño. No han gustado tampoco los planteamientos ante el Almería y el Celta, pues ambos equipos le crearon muchas ocasiones a un Sevilla que ha seguido jugando con tres centrales atrás. Además, ante los vigueses el entrenador no fue capaz de darle una vuelta de tuerca al juego del equipo a pesar de contar con numerosas alternativas en el banquillo, pues la enfermería está ya casi vacía.
La persistencia en ‘ningunear’, aunque sea de manera involuntaria, el trabajo invernal de Víctor Orta es otro de las razones en contra de la continuidad de Quique. Lo último, dejar al delantero argentino Alejo Véliz fuera de la convocatoria ante el Celta sin problema físico aparente. Hannibal Mejbri, por cuya cesión del Manchester United el director deportivo luchó durante semanas con varios equipos de la Premier, ha tenido también una participación residual y en los dos últimos encuentros no jugó ni un solo minuto. Agoumé, el otro refuerzo de enero, anda todavía recuperándose de una lesión.
El propio técnico pidió hace unos días en conferencia de Prensa que no se le preguntase por su futuro. “Mi voluntad es que no se me pregunte hasta el final. Yo no pestañeo. Yo estoy en el despacho, vuelvo al hotel y no vuelvo a pestañear. Estoy fijado simplemente en el trabajo. El contrato está en un cajón, en el mismo cajón que en el día que lo firmé. Mi mentalidad es: ‘quiero mejorar constantemente y quiero contar con grandes jugadores a mi alrededor”. En principio, Quique deberá disfrutar de los que tiene esta temporada, porque para seguir en el Sevilla, lo tiene ahora mismo muy complicado.
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