Quinto invento de Ancelotti
El italiano ha potenciado a Bellingham, como ya hizo con Vinicius, Valverde, Camavinga o Di María, mediase o no reubicación en el campo. Una capacidad de adaptación que tiene al Madrid líder de todo.
“Soy diez veces mejor jugador que la temporada pasada”. Así se despachaba Bellingham tras sus dos primeros partidos con el Real Madrid. Tres goles llevaba ya en la mochila y, desde entonces, han llegado cinco más. Jude ha participado de manera directa en 11 tantos (pues a sus ocho dianas añade tres asistencias). Sólo Kane (nueve y cuatro) le supera entre las cinco grandes ligas. El 9 con el soñó Ancelotti y el que se ‘inventó’. Porque el de Stourbridge no es el delantero centro del Madrid, pero produce como tal. Y parte del mérito es del técnico, que entendió que las condiciones de Bellingham necesitaban potenciarse cerca del área. Como antes hizo lo propio con otros jugadores en el Madrid donde hizo de la necesidad, virtud.
Jude, el todocampista
Bellingham conquistó Dortmund como centrocampista y así aterrizó en Madrid, pero Carletto diseñó su nuevo equipo, y por ende nuevo dibujo, alrededor de su nueva estrella. En el rombo, el 10 es Jude, que crea como tal, pero golea como un 9 y su reubicación no le hace perder colmillo defensivo (es el quinto que más duelos gana -64- en el Big-5 y el que presenta mejor porcentaje entre la élite -59,2%). Ancelotti inventó mucho más que un mediapunta. Un todocampista que ya se ha ganado comparativas con mitos como Zidane o Di Stéfano.
La evolución de Vinicius
La duda era compañera de viaje de Vinicius... hasta que Ancelotti regresó. Bien es cierto que apostó primero por Hazard, pero cuando le entregó las llaves de la titularidad tras marcar el brasileño a Alavés y Almería (doblete) desde el banquillo, no hubo vuelta atrás. Dos temporadas con 45 goles y 41 asistencias y elevado a la élite planetaria desde entonces. Ahora, la misión es potenciar su fútbol en el nuevo esquema. La idea, un Vini aún más goleador que no vea penalizada su capacidad de desborde.
Un Halcón con fusil
Pulmones, conducción y pegada. Así evolucionó Valverde de Pajarito a Halcón. Rumbo a la 14, Ancelotti colocó a Fede como falso extremo derecho en la eliminatoria ante el Chelsea y se volvió indiscutible y goleador. 12 tantos el curso pasado y uno y medio en el actual, pues el obús a casi 100 km/h contra el Nápoles quedó en el debe de Meret. Sus intangibles brillan cuando no puede sacar el fusil a pasear. Por eso, si antes era una alternativa, ahora es inamovible. Sea en banda o en la sala de máquinas.
Camavinga, cuando la necesidad aprieta
Cuando han llegado las curvas, Ancelotti ha vuelto al Camavinga lateral. El curso pasado fue más que una alternativa (17 partidos y 1.422 minutos como 3) y, le guste al francés o no, también en este: titular en Girona y Nápoles. Aunque tiene despistes propios de la inexperiencia en la posición, a Ancelotti le seduce su solidez en el duelo, fútbol incansable y capacidad asociativa en campo contrario. El plan es potenciarle en el centro del campo, pero a la hora de la verdad, aparece como 3 en los días grandes...
Di María, el invento original
Aunque la primera recolocación de Ancelotti para potenciar rendimiento germinó en su primera etapa. Di María vio cómo la llegada de Bale le desplazaba, pero el italiano le encontró acomodo como interior y ahí brilló hasta ser clave en la consecución de la Décima. El Fideo fue aquella temporada casi tan extremo (29 partidos) como centrocampista (22). Así logró Carletto que coexistiera con la BBC.
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