Pintus hace volar al Madrid
El equipo blanco se dispara en las segundas partes (14 goles a favor, 0 en contra) gracias a su superioridad física. Ancelotti quiere acumular puntos ante la incertidumbre del Mundial.
El Real Madrid ha empezado la temporada como un tiro, de forma difícilmente mejorable: siete victorias en siete partidos, con 20 goles a favor y solo cinco en contra. Es líder en Liga y este miércoles buscará otros tres puntos en Champions tras vencer en su debut en el siempre complicado Celtic Park. Y todo ello lo ha hecho exhibiendo una superioridad física respecto a los rivales para ganar por aplastamiento en las segundas partes, como demuestra un dato demoledor: tras el descanso, ha marcado 14 goles y no ha encajado ninguno.
De hecho, esa superioridad le ha permitido al Madrid reponerse de varios golpes para acabar sacando los partidos adelante: ha remontado dos veces (Almería y Mallorca) y en otras tres ocasiones vio cómo le empataban tras hacerse adelantado el equipo blanco (Celta, Espanyol y Betis). Una virtud que señala directamente a uno de los hombres del staff técnico de Ancelotti: el jefe de la preparación física del club blanco, Antonio Pintus.
Pintus regresó al Madrid el pasado verano tras su primera etapa en el club, entre 2016 y 2019, en la que logró nada menos que un doblete Liga-Champions (2016-17) y otra Copa de Europa al curso siguiente (2017-18). Su decisión de quedarse cuando Zidane se marchó no gustó al marsellés, que en su regreso al banquillo dejó claro que prefería otro hombre para el puesto. Pintus se marchó al Inter de Milán y aterrizó en el Madrid Grégory Dupont, procedente de la selección francesa. El paso de Dupont fue mayormente negativo, el equipo acumuló muchas lesiones y desde el club se le señaló como uno de los responsables del curso 2020-21, que acabó sin títulos. Tanto que, tras su marcha, el Madrid lo tuvo claro: repescó a Pintus del Inter, al que había hecho campeón de la Serie A.
Y en su retorno al Bernabéu, se repitió la historia: doblete Liga-Champions en la 2021-22. Nueva demostración de que el Método Pintus funciona, cuestión de la que Ancelotti se quiere aprovechar en una temporada que es una incógnita para todos los entrenadores, y en especial para los de los equipos de máximo nivel, con muchos internacionales.
El Mundial de Qatar, entre noviembre y diciembre, va a distorsionar la preparación física de tal manera que el propio Ancelotti reconoce que no sabe qué esperar: “Será una temporada extraña, hasta que no empiece el Mundial no habrá mucho problema. Tendremos que mirar cómo vuelven los jugadores del Mundial, esa es la duda de esta temporada. Antes, poco problema; después, ya veremos. Pueden venir cansados, normalmente tras un Mundial te vas de vacaciones; ellos vendrán en el momento más alto de la temporada”, explicaba hace semanas el italiano, que ya ha avisado de que tras la cita de Qatar, racionará los minutos a los más castigados por la carga de partidos.
Ancelotti hace granero con Pintus
De ahí que Carletto tenga decidido hacer granero de puntos antes del Mundial, sumar lo máximo posible ahora para afrontar la segunda parte de la temporada con una renta suficiente que permita, si no queda más remedio, varias rotaciones y los tropiezos que estas pueden provocar. No es Ancelotti un enamorado de los cambios por sistema, ya lo dejó claro el curso pasado, pero en esta temporada le toca adaptarse y a ello le está ayudando un Pintus que tiene al Madrid volando en el inicio del curso.
No son sólo los goles, varios datos estadísticos respaldan la teoría de que el Madrid es muy superior a los contrarios en las segundas partes, que se dispara tras el descanso: dispara más (44 tiros en las primeras partes, 48 en las segundas) y con mucha mejor puntería (23 tiros a puerta contra 30), genera más ocasiones claras (11-17) y lo hace todo con un fútbol más vertical, dando menos pases (2.296-2.126) y tirando mucho menos de centros laterales (58-35). Tanto es así que le hace falta menos balón (62% de posesión media en las primeras partes, 58% en las segundas). Antes del descanso, el Madrid cansa a los rivales; y tras el mismo, los manda a la lona.